Solo 2 de cada 10 empresas ofrece planes de pensiones a sus empleados: ¿por qué sigue pendiente la previsión social empresarial?

El informe revela una escasa implantación de planes de pensiones de empleo en las compañías españolas y advierte que, sin incentivos claros y compromiso real, la previsión social seguirá siendo una oportunidad desaprovechada

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El 31% de las grandes empresas sí cuenta con algún sistema de ahorro para la jubilación, frente a un escaso 9% de las medianas.

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La previsión social para la jubilación sigue siendo una asignatura pendiente en la mayoría de las empresas españolas, especialmente en las de tamaño medio. Así lo revela la cuarta edición del Barómetro de Previsión Social Empresarial, elaborado por la consultora 40dB para Nationale-Nederlanden, que analiza el compromiso del tejido empresarial con los sistemas de ahorro para la jubilación.

Según el informe, el 80% de las empresas no ofrece planes de pensiones de empleo —la fórmula más común de previsión social empresarial— a su plantilla. Un dato que pone en evidencia el largo camino que aún queda por recorrer en España para alinear los incentivos laborales con el bienestar financiero futuro de los trabajadores.

Josep Ginesta, profesor de OBS Business School y secretario general de PIMEC, comienza señalando que "en primer lugar, es una cuestión cultural de falta en España de forma generalizada, no solo en los planes de empleo, en los planes de pensiones simplificados de empleo y en todo lo que tiene que ver a previsión social complementaria vinculada al mundo del trabajo, sino en general".

En este sentido, explica que "en España existe una baja cultura del ahorro a largo plazo mediante sistemas de previsión social", lo que considera "una realidad objetiva". Añade que, lógicamente, "esto se traslada también al mundo del trabajo, donde quizá la falta de cultura de que se llevara a la negociación colectiva estos instrumentos" se debe, en parte, a que "quizá la negociación colectiva en España tiene otras urgencias".

Ginesta también apunta que "España llega tarde, muy tarde, excesivamente tarde al fomento y al cambio regulatorio para que existan sistemas de previsión social complementaria como los planes de pensiones simplificados que favorezcan que el mundo empresarial... alcancen la posibilidad de tener instrumentos para poder desarrollar esa reforma", recordando que esta se implementa entre 2022 y 2023, y que "llegamos muy tarde a tener instrumentos específicos de previsión social".

Las grandes empresas marcan la diferencia

El tamaño sí importa cuando se trata de previsión social. El 31% de las grandes empresas sí cuenta con algún sistema de ahorro para la jubilación, frente a un escaso 9% de las medianas. La diferencia también se refleja en el compromiso formativo: un 30% de las grandes compañías ya promueve actividades para educar a sus empleados sobre la jubilación, en comparación con el 15% de las medianas.

Estas acciones formativas —principalmente en forma de charlas y reuniones informativas— buscan mejorar la educación financiera de la plantilla, una asignatura que hasta hace poco era completamente ignorada por buena parte del sector privado. Aunque el avance es lento, la tendencia es clara: cada vez más empresas reconocen la importancia de preparar a sus empleados para su retiro.

¿Por qué tan pocas empresas ofrecen previsión social?

A pesar de las ventajas que ofrece, implementar un sistema de previsión social empresarial no es tarea fácil. El estudio identifica dos grandes obstáculos:

  • Falta de recursos económicos, especialmente en empresas medianas.
  • Desconocimiento generalizado sobre el funcionamiento y beneficios de estos productos.

Incluso entre quienes sí conocen el concepto, existe confusión sobre su obligatoriedad. Solo el 45% de las grandes empresas y el 24% de las medianas saben que en otros países europeos es obligatorio ofrecer algún tipo de previsión social a los empleados. Aun así, el 59% cree que en España podría serlo en el futuro.

Lo curioso es que, aunque muchas compañías ven probable una futura obligatoriedad, solo el 40% de las grandes empresas y el 24% de las medianas considera que esta responsabilidad debe recaer en el empleador. La contradicción es evidente: se reconoce la importancia del sistema, pero no se asume el compromiso.

¿Qué empresas sí apuestan por el ahorro para la jubilación?

Entre las compañías que ya han implementado sistemas de previsión social, los modelos de financiación varían. Casi la mitad asume el 100% de las aportaciones, mientras que un 37% opta por un modelo mixto, donde tanto empresa como trabajador contribuyen al plan.

Por otro lado, el 63% de las empresas que aún no han dado el paso declara que preferiría adoptar ese modelo mixto en caso de implementarlo en el futuro. Esta tendencia sugiere que el coste económico es una barrera, pero no insalvable si se reparte entre ambas partes.

Además, el 48% de las grandes empresas que no tienen planes de pensiones sí disponen de herramientas de retribución flexible, como vales de comida, seguros médicos o guardería. En las empresas medianas, ese porcentaje baja al 31%. No obstante, el 79% de estas compañías estaría dispuesto a permitir que sus empleados destinen parte de su salario a un producto de ahorro para la jubilación, lo que abre la puerta a modelos más personalizados.

¿Qué productos son los más conocidos?

En cuanto al nivel de conocimiento de los distintos productos, los planes de pensiones de empleo y los seguros de jubilación son los más reconocidos. Menor notoriedad tienen los planes de previsión social empresarial, a pesar de estar diseñados precisamente para canalizar el ahorro laboral hacia la jubilación.

Un caso llamativo es el de los fondos de pensiones de empleo de promoción pública, una figura que ha ganado presencia tras las últimas reformas legislativas. Aun así, solo el 25% de las grandes empresas y el 11% de las medianas están familiarizadas con este instrumento.

Una inversión en bienestar y fidelización

Para Nationale-Nederlanden, promotora del barómetro, la previsión social no solo cumple una función financiera, sino que es también una herramienta estratégica de gestión del talento. "Apostar por estos productos es una inversión en bienestar, captación y fidelización del talento", sostiene Alex Bogman, subdirector general y CSO de la entidad.

Desde esta perspectiva, los planes de pensiones de empleo no son solo una herramienta de ahorro a largo plazo, sino un recurso que refuerza el vínculo entre empresa y empleado, mejora la propuesta de valor para atraer talento y reduce la incertidumbre de cara a la jubilación.

En otro orden de ideas, Ginesta afirma que "es cierto que los instrumentos de previsión social complementaria... acaban favoreciendo la fidelización de las personas trabajadoras en las empresas", motivo por el cual algunos sectores ya los introducen en la negociación colectiva. No obstante, considera que "quizá falta... que la regulación legal sea un poco más flexible para que pueda introducirse no solo mediante el convenio colectivo sectorial... sino también a través de otros convenios colectivos inferiores al de sector", facilitando así la adaptación a la "dimensión empresarial... muy desigual".

Además, Ginesta aboga por "profundizar en el ahorro fiscal y en el ahorro en cotización de la seguridad social", ya que "al fin y al cabo los sistemas de previsión social complementaria son sistemas que garantizan los ingresos a futuro más allá del sistema de pensiones obligatoria". Finalmente, insiste en la importancia de "introducir también algunos z, y de "profundizar también no solo en el incentivo a las empresas sino también en el incentivo a las personas trabajadoras" para fomentar su adhesión voluntaria.

Una tarea pendiente, pero con potencial

El informe refleja una evolución positiva, aunque aún insuficiente, en el compromiso del tejido empresarial con la previsión social. Las grandes empresas marcan el camino, pero el sector necesita superar barreras como el desconocimiento y la falta de recursos para generalizar estos sistemas.

El ahorro para la jubilación sigue sin estar en el centro de la estrategia de la mayoría de las empresas españolas, a pesar de sus beneficios económicos, sociales y humanos. Pero con un entorno laboral cada vez más competitivo y una sociedad cada vez más envejecida, es posible que esto empiece a cambiar más pronto que tarde.

Puntos clave

  • Solo una minoría de las empresas españolas (20%) ofrece planes de pensiones de empleo a sus trabajadores, lo que evidencia una asignatura pendiente en la previsión social empresarial.
  • Existe una marcada diferencia en la implementación según el tamaño de la empresa. Las grandes empresas (31%) superan significativamente a las medianas (9%) en la oferta de estos sistemas de ahorro para la jubilación.
  • El estudio identifica principalmente dos barreras: la falta de recursos económicos, especialmente en las empresas medianas, y el desconocimiento generalizado sobre el funcionamiento y los beneficios de los planes de previsión social empresarial.
  • Aunque muchas empresas ven probable que en el futuro sea obligatorio ofrecer previsión social a los empleados, una parte significativa no considera que esta responsabilidad deba recaer en el empleador.
  • Existe un interés mayoritario (63% de las empresas sin planes) en adoptar modelos de financiación mixta (empresa y empleado) si se implementaran sistemas de previsión social.