El Gobierno ha elevado este año el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 4,4%, alcanzando los 1.184 euros brutos mensuales en 14 pagas. Desde 2018, cuando era de 735,90 euros, ha subido un 61%. A pesar del aumento, la realidad económica de muchas personas apenas mejora. Con precios disparados en vivienda, alimentación y transporte, y un nuevo marco fiscal que grava incluso a quienes cobran el mínimo legal, la pregunta es inevitable: ¿se puede vivir con el SMI en España, y más concretamente, en las principales ciudades del país?
Subida del SMI: más impuestos, poco margen
Por primera vez, los perceptores del salario mínimo deberán declarar y pagar el IRPF. Este nuevo marco fiscal reduce notablemente el impacto real de la subida. Aunque sobre el papel el aumento mensual es de 50 euros, el incremento neto se queda en apenas 21 euros tras las retenciones del IRPF. Es decir, más impuestos, menos margen.
¿Cuánto cuesta vivir en Madrid?
Madrid, como capital y una de las ciudades más caras del país, sirve como ejemplo representativo del coste de vida real al que se enfrenta una persona que cobra el salario mínimo.
- Alimentación: según la OCU, el gasto medio en la cesta de la compra asciende a 311 euros mensuales por persona. Esto incluye productos básicos como leche (1,05 €/L), arroz (1,42 €/kg) o huevos (2,69 €/docena).
- Transporte: el abono mensual para adultos en la Zona A de Madrid cuesta 21,80 euros, gracias a los descuentos aún vigentes.
- Transporte privado: llenar un depósito de 55 litros cuesta, de media, 86,41 euros con gasolina y 82,45 euros con diésel, según el Boletín Petrolero de la UE.
- Ocio y actividades sociales: comer fuera dos veces al mes (14 € por comida) y tomar cervezas con amigos (3 € cada una) asciende a 64 euros mensuales. A eso se suman gimnasio (43 €), cine (10 €), museo (10 €) o discoteca (20 €), si se opta por mantener una vida social activa.
- Alquiler de vivienda: el alquiler medio de una habitación en Madrid es de 550 euros, según portales inmobiliarios. Un piso completo puede superar fácilmente los 1.500 euros mensuales, por lo que compartir sigue siendo la opción más viable para quienes perciben el SMI.
Sumando todos estos gastos —alimentación, transporte, ocio y vivienda— el coste mensual de una persona que vive sola en Madrid ronda los 1.116 euros. Con un SMI de 1.184 euros, el margen disponible es de 67,79 euros. Ese pequeño colchón, aunque positivo, no permite afrontar imprevistos ni ahorrar, por lo que vivir con el salario mínimo en una gran ciudad implica un equilibrio muy frágil.
Inflación e impuestos: presión constante
Aunque la inflación ha moderado su crecimiento, no deja de ser una preocupación. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en mayo de 2025 la inflación interanual se situó en el 1,9%, su nivel más bajo en siete meses. Sin embargo, la inflación subyacente —que excluye alimentos y energía— se mantiene en el 2,1%, lo que sigue afectando de forma directa a bienes de primera necesidad. La subida del SMI busca precisamente compensar esta pérdida de poder adquisitivo, aunque muchos trabajadores consideran que la subida no es suficiente si va acompañada de nuevas cargas fiscales.
Comparativa europea: España, en la media
- SMI español en 2025: 1.184 euros en 14 pagas o 15.876 euros anuales brutos.
- Posición intermedia: España se sitúa por debajo de países como Luxemburgo, Irlanda o Países Bajos, pero por encima de Portugal, Grecia o Polonia.
- Diferencias de coste de vida: en muchos países con SMI más alto, el coste de vida también lo es. Sin embargo, la proporción que representa el alquiler o la alimentación en España es especialmente alta para quienes cobran el salario mínimo.
Medidas en debate
Para aliviar esta situación, el Gobierno estudia la ampliación de ayudas al alquiler y la promoción de viviendas sociales. Al mismo tiempo, los sindicatos reclaman que el salario mínimo garantice al menos el 60% del salario medio, tal como recomienda la Carta Social Europea. También exigen políticas que fomenten el empleo estable y de calidad, con contratos que ofrezcan seguridad y permitan a los trabajadores desarrollarse sin estar siempre al límite de sus posibilidades.
Puntos clave
- El SMI sube un 4,4% en 2025, pero el impacto real se reduce por la retención del IRPF, dejando un aumento neto de solo 21 euros mensuales.
- En Madrid, los gastos mensuales básicos para una persona sola alcanzan los 1.116 euros, apenas por debajo del salario mínimo actual.
- La inflación se mantiene por encima del 2% en productos esenciales, dificultando que el SMI cubra todos los gastos sin recurrir a ajustes o renuncias.
- Aunque España se sitúa en la media europea en salario mínimo, el alto coste de la vivienda y la presión fiscal limitan su efectividad para garantizar una vida digna.