En España, adelantar la jubilación tiene consecuencias económicas, incluso para quienes han cotizado durante más de cuatro décadas. A partir de 2025, quienes decidan dejar de trabajar dos años antes de cumplir la edad legal—66 años y 8 meses— se enfrentarán a una penalización de hasta el 13 %.
Esta reducción afecta a la cuantía mensual de la pensión y se mantiene durante toda la vida. Aunque el historial laboral supere los 44 años y medio, el recorte no se elimina.
Condiciones mínimas para solicitar el retiro anticipado
Acceder de forma voluntaria a esta modalidad requiere cumplir varios requisitos. El primero es haber cotizado al menos 35 años, incluyendo dos dentro de los últimos 15 antes de solicitar la jubilación. La persona interesada también debe encontrarse de alta o en situación asimilada en la Seguridad Social en el momento de realizar el trámite.
Además, el importe estimado de la pensión debe ser superior a la mínima establecida según la situación familiar. Aquellos que hayan percibido el subsidio por desempleo durante más de tres meses también pueden optar por esta jubilación, siempre que cumplan con los mismos criterios exigidos para el resto de solicitantes.
Cómo se calcula el recorte según el tiempo trabajado
La penalización aplicada varía según los años cotizados. No se trata de una cifra fija para todos los casos, sino de un sistema progresivo que establece tramos. A menor periodo de cotización, mayor es el impacto:
- Si se han trabajado menos de 38 años y 6 meses, el recorte es del 21 %.
- Para quienes suman entre 38 años y medio y hasta 41 años y medio, la reducción es del 19 %.
- Aquellos que han cotizado entre 41 años y medio y menos de 44 años y medio afrontan una rebaja del 17 %.
- Solo los trabajadores que superan los 44 años y 6 meses logran limitar la penalización al 13 %, siempre que adelanten la jubilación dos años.
Tal como recoge la Ley 21/2021, de 28 de diciembre, publicada en el BOE, los coeficientes reductores aplicados a las pensiones por jubilación anticipada se mantienen de forma indefinida y dependen del historial de cotización del trabajador. Esta norma, que reformó el sistema de pensiones, busca reforzar su sostenibilidad y garantizar el poder adquisitivo de los jubilados a largo plazo.
Estos porcentajes se aplican sobre la base reguladora y son irreversibles. Es decir, no se revisan con el tiempo ni desaparecen, aunque el pensionista viva muchas décadas tras el retiro.
Compensaciones por retrasar la salida del mercado laboral
Frente a la penalización por adelantar el retiro, posponer la jubilación sí ofrece ventajas económicas. Desde el año 2022, los trabajadores que continúan en activo una vez alcanzada la edad ordinaria pueden acogerse a distintos incentivos. Uno de los más destacados es el incremento del 4 % en la pensión por cada año adicional de trabajo.
Otra posibilidad es optar por un pago único. En el caso de extender la vida laboral dos años más allá de la edad legal, este abono puede superar los 15.000 euros. También se permite una fórmula mixta que combina un suplemento mensual con una parte en efectivo.
El papel del asesoramiento en la planificación del retiro
Dado el impacto económico que suponen estas decisiones, se recomienda planificar bien cada caso antes de dar el paso. Factores como el estado de salud, la situación familiar, la cotización acumulada o el tipo de empleo desempeñado deben tenerse en cuenta.
Por ello, muchas personas optan por consultar a asesores financieros o profesionales especializados en pensiones. También se recomienda utilizar las herramientas disponibles en la sede electrónica de la Seguridad Social, que permiten simular tu jubilación según los datos personales y laborales del interesado.
Aunque la ley establece una edad concreta para acceder a la pensión completa, el sistema permite cierta flexibilidad. Tanto adelantar como retrasar el retiro son opciones legales, pero no neutras en términos económicos. Cada decisión tiene consecuencias permanentes en los ingresos del futuro pensionista.
Por tanto, el momento de jubilarse no solo depende del calendario, sino también de una buena estrategia económica. Y esa empieza mucho antes del último día de trabajo.
Puntos clave
- Adelantar la jubilación dos años implicará una penalización de hasta el 13 %, incluso con más de 44 años cotizados.
- Para acceder a la jubilación anticipada voluntaria se exigen al menos 35 años cotizados
- La penalización varía según los años trabajados. Puede ir del 13 % al 21 %.
- La Ley 21/2021 regula los coeficientes reductores aplicados a la jubilación anticipada y los mantiene de forma indefinida.
- Desde 2022, quienes retrasan su jubilación obtienen un 4 % extra de pensión por cada año extra trabajado.