La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha publicado el informe completo sobre la concentración resultante de la OPA lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell. En su análisis, el regulador descarta que el banco catalán tenga un papel “insustituible” en el mercado de crédito a pymes, uno de los puntos más sensibles de la operación por su impacto en el tejido empresarial.
La Dirección de Competencia considera que “no puede aceptarse el carácter insustituible de Sabadell” ni que BBVA sea su “competidor más cercano”. En su lugar, afirma que existen múltiples operadores, tanto medianos como pequeños, que ya compiten activamente en este segmento y que, en conjunto, representan una cuota “relevante y creciente” en todas las regiones del país, incluidas las más afectadas por la concentración.
Caída de cuota de mercado desde 2021
La CNMC ha basado su análisis en datos del Banco de España, que reflejan una pérdida continua de cuota de mercado de Sabadell en crédito a pymes desde 2021. Esta tendencia se mantiene en todas las comunidades autónomas. A nivel nacional, la cuota del banco ha sido la que más se ha reducido entre 2021 y 2023, quedando apenas un punto porcentual por encima de Bankinter a finales del pasado año.
En comunidades como Cataluña —donde el impacto de la operación se considera más significativo— la cuota ha caído entre 0 y 5 puntos porcentuales, según los datos confidencializados del regulador. Una situación similar se ha registrado en territorios como Asturias, Baleares y Comunidad Valenciana.
La CNMC también señala que el modelo de negocio de Sabadell no difiere sustancialmente del resto de entidades del sector, y que su inversión en transformación digital no ha sido superior a la de sus competidores directos.
Sin papel disruptivo ni disciplinador de precios
A partir de esta evidencia, Competencia concluye que Sabadell no puede ser considerado una fuerza competitiva insustituible ni una figura que ejerza una función disruptiva o disciplinadora de precios en los mercados analizados. Esta valoración fue clave para aprobar la operación en segunda fase hace más de un mes, tras la presentación de compromisos por parte de BBVA.
La CNMC rechaza imponer desinversiones
Uno de los aspectos más relevantes del informe es el rechazo por parte de la CNMC a la petición de Sabadell y de algunas asociaciones empresariales de imponer desinversiones como condición para autorizar la operación. Aunque reconoce que existen ciertos riesgos puntuales y localizados, Competencia no considera que revistan una naturaleza estructural ni indefinida que justifique medidas de ese tipo.
Apoyándose en los principios de proporcionalidad y mínima intervención, el organismo opta por no exigir compromisos estructurales. Recuerda que los compromisos acordados con BBVA tienen una duración de tres años, prorrogables por dos años más, y que se espera que durante este periodo otras entidades puedan ajustar su oferta para absorber la demanda desplazada.
Comparaciones rechazadas por el regulador
La CNMC también descarta el argumento de Sabadell que equiparaba esta operación a la concentración entre Cimsa y Activos Cemex, en la que sí se exigieron desinversiones. En opinión del regulador, las diferencias entre ambos casos son notables, tanto por los productos afectados como por las cuotas implicadas, que en el caso de Cemex superaban el 60% en determinadas zonas.
En cambio, considera que los 'remedies' pactados con BBVA son “más amplios y ambiciosos” que los de otras operaciones bancarias previas en España, y más exigentes que los propuestos por el propio Sabadell.
Riesgos en banca minorista y mercado de pagos
Más allá del crédito a pymes, la CNMC identifica otros riesgos en mercados adyacentes. En banca minorista, señala que podría producirse una situación de monopolio o duopolio en determinados códigos postales, lo que afectaría negativamente a las condiciones comerciales para los clientes particulares. También alerta del riesgo de exclusión financiera derivado del cierre de oficinas.BBVA prevé cerrar hasta 300 oficinas, aunque la mayor capilaridad de la entidad resultante podría incentivar más cierres.
En el ámbito de los pagos y la adquirencia, la operación concentraría más del 60% del mercado de TPV físicos y una cifra similar en comercio electrónico entre BBVA y CaixaBank. El tercer operador, Banco Santander, tendría una cuota del 15%. Esta elevada concentración reduce las alternativas disponibles y dificulta el cambio de proveedor por parte de los comercios.
Preocupación por el acceso a cajeros
Otro de los aspectos que analiza la CNMC es el acceso a cajeros automáticos. Algunos bancos como ING y N26 expresaron su preocupación durante el proceso, ya que actualmente tienen acuerdos con Sabadell para el uso de su red de cajeros. La fusión podría derivar en un aumento de las comisiones, encareciendo los servicios para sus clientes.
Competencia considera este un riesgo relevante, aunque espera que la competencia en el mercado y los compromisos asumidos permitan mitigar su impacto en los próximos años.
Puntos clave
- La OPA de BBVA sobre Sabadell podría alterar la competencia en el mercado bancario español, especialmente en determinados segmentos de negocio y comunidades autónomas donde ambas entidades tienen una fuerte presencia.
- La CNMC advierte del riesgo de una reducción de la oferta de productos y servicios bancarios, especialmente para pymes, particulares y clientes rurales, en caso de que se apruebe la fusión sin condiciones.
- La operación podría dar lugar a una posición de dominio reforzada en financiación a pymes, en determinadas regiones, afectando a la competencia efectiva en esos mercados.
- El organismo supervisor destaca la importancia de evaluar en profundidad el impacto de la OPA en la competencia antes de autorizar la operación, y recuerda que tiene la potestad de imponer condiciones o incluso vetarla.
- BBVA deberá notificar formalmente la operación a la CNMC si decide seguir adelante tras la fase inicial, lo que abriría un expediente de análisis detallado que podría prolongarse durante varios meses.