En un año de bonanza para las grandes fortunas, España nadó a contracorriente. El número de millonarios en el país cayó un 1,6% en 2024, situándose en 246.600 personas, según el informe sobre riqueza mundial 2025 elaborado por el Instituto de Investigación de Capgemini.
Este retroceso contrasta con la evolución global, que cerró con un crecimiento del 2,6% en el número de personas con un alto poder adquisitivo, especialmente por el impulso de los ultrarricos.
Los que más tienen, más ganan
En el vértice de la pirámide, el grupo de los ultra HNWI (con activos financieros por encima de los 30 millones de dólares) protagonizó el mayor avance. Representan apenas el 1% del total de millonarios, pero concentran el 34% de la riqueza global. En 2024, su número aumentó un 6,2%, mientras que el volumen conjunto de su patrimonio subió un 6,3%.
Según detalla el informe, “2024 fue un año de concentración de la riqueza. Los UHNWI se mantuvieron resilientes durante la volatilidad del mercado, con una mayor exposición a oportunidades de alto crecimiento, mientras los millonarios cercanos se centraron en oportunidades más seguras y de bajo rendimiento, como la renta fija y el sector inmobiliario”.
Por debajo de ellos se encuentran los millonarios de nivel medio, que manejan entre 5 y 30 millones de dólares. Este grupo, que aglutina al 9,2% de los millonarios, creció un 4,2% en población y un 4,3% en riqueza.
En cambio, los llamados millonarios cercanos —la inmensa mayoría— crecieron con menos ímpetu: un 2,4% en número y un 2,6% en patrimonio. La desigualdad, incluso entre millonarios, también se acelera.
España no sigue la corriente
Mientras la riqueza se concentraba más arriba y más lejos, España perdía posiciones. De los 250.600 millonarios registrados en 2023 se pasó a 246.600 en 2024. Esos 4.000 menos suponen una caída del 1,6%, superior a la media europea, que fue del 2,1%.
Los ultrarricos españoles son menos, pero más adinerados.
Europa Press
No obstante, el valor total del patrimonio de los HNWI españoles creció casi un 1%, alcanzando los 733.550 millones de dólares, unos 7.100 millones más que el año anterior.
Este contraste entre la disminución de la población rica y el crecimiento del capital sugiere una reconfiguración interna: menos millonarios, pero más adinerados. Un efecto de concentración que, en línea con la tendencia global, favorece sobre todo a los que están en la cima.
Europa retrocede, pero sus más ricos resisten
El informe de Capgemini muestra que Europa, como conjunto, perdió terreno en 2024. La población HNWI cayó un 2,1% “debido al estancamiento económico en los principales países. Reino Unido, Francia y Alemania perdieron 14.000, 21.000 y 41.000 millonarios, respectivamente”. Sin embargo, el patrimonio de los ultrarricos europeos creció un 3,5%, lo que, de nuevo, apunta a una mayor concentración del capital en manos de unos pocos.
Uno de los factores señalados por el informe como responsables del retroceso europeo fue el mal rendimiento bursátil: “Factores externos influyeron considerablemente en el rendimiento de los mercados bursátiles europeos. Las dificultades económicas de China frenaron la demanda internacional de bienes de lujo y automóviles, lo que provocó que ambos sectores cerraran el año con resultados a la baja”.
Estados Unidos marca el ritmo
El contraste más llamativo se dio en Norteamérica, donde el crecimiento de los millonarios fue del 7,3%. El empuje de Estados Unidos fue determinante. “EE. UU. se situó como líder indiscutible, sumando 562.000 millonarios”, se afirma en el informe.
Estados Unidos va a la cabeza.
Con ello, el país alcanzó los 7,9 millones de personas con un elevado patrimonio neto, “impulsado principalmente por las ganancias continuas de los mercados de valores y un régimen de tasas de interés favorable”.
Este resultado consolida a Norteamérica como la región con mayor concentración de grandes fortunas, un lugar al que Europa parece mirar con cierta distancia creciente.
El resto del mapa del lujo
En Asia-Pacífico el crecimiento fue más comedido, del 2,7%, impulsado por India y Japón, donde los millonarios aumentaron un 5,6%. China, en cambio, retrocedió un 1%.
En América Latina la caída fue más pronunciada, del 8,5%, debido, según el informe, “a la depreciación monetaria y a la inestabilidad fiscal”, con Brasil y México a la cabeza de las pérdidas. Oriente Medio también registró una ligera bajada del 2,1%, vinculada al descenso del precio del petróleo.
Cambios generacionales: herencias en movimiento
Además de las cifras anuales, Capgemini apunta hacia una transformación estructural que se irá consolidando en los próximos años: el traspaso generacional del capital.
Se estima que 83,5 billones de dólares cambiarán de manos en las próximas dos décadas a través de herencias. “No sorprende que los baby boomers (mayores de 60 años) se centren principalmente en preservar su patrimonio, asegurándose de que permanezca seguro y estable para las generaciones futuras”, recoge el informe. “Por el contrario, los HNWI de la próxima generación están dispuestos a asumir mayores riesgos para expandir su patrimonio, asignando capital a clases de activos de mayor crecimiento y demandando ofertas de productos de nicho”.
Esta transición también está modificando las estrategias de inversión: en enero de 2025, los HNWI destinaban ya el 15% de sus carteras a inversiones alternativas, incluyendo criptomonedas y capital riesgo.
Puntos clave