El roboticista japonés Hiroshi Ishiguro, reconocido por sus avances en la creación de androides realistas, propone una solución innovadora al desafío demográfico de Japón: el uso de avatares robóticos para suplir la escasez de mano de obra. En una reciente conferencia en el Museo de la Ciencia CosmoCaixa, organizada por la Fundación “la Caixa”, Ishiguro expuso su visión de una sociedad donde humanos y avatares coexisten para mejorar la calidad de vida y la productividad.
Ishiguro ha desarrollado seis réplicas robóticas de sí mismo, siendo la más reciente el Geminoid HI-6. Este androide, teleoperado y con una apariencia sorprendentemente realista, ha sido diseñado para facilitar las tareas del investigador, incluyendo la impartición de conferencias en su lugar. Equipado con inteligencia artificial, el Geminoid HI-6 puede responder a preguntas del público tras las presentaciones, gracias a la integración de modelos de lenguaje avanzados y una base de datos que incluye libros y entrevistas del propio Ishiguro.
Este androide teleoperado cuenta con 53 grados de libertad, lo que le permite reproducir una amplia gama de movimientos y expresiones faciales humanas. Su estructura incluye una cabeza de plástico, un esqueleto metálico y una piel de silicona que imita la textura.
¿Cómo pueden los avatares abordar el envejecimiento poblacional?
Japón enfrenta una crisis demográfica sin precedentes, con una población envejecida y una fuerza laboral decreciente. En 2024, el país registró solo 720.988 nacimientos, la cifra más baja en 125 años, mientras que las muertes ascendieron a 1,61 millones. Este desequilibrio ha llevado a una disminución de la fuerza laboral y a una creciente presión sobre el sistema de seguridad social.
Ante este panorama, Japón está implementando diversas soluciones basadas en la tecnología para mitigar los efectos de su crisis demográfica:
- Robots cuidadores: Para enfrentar la escasez de personal en el sector de cuidados, se están desarrollando robots como AIREC, capaces de realizar tareas como girar a pacientes en la cama, cocinar y doblar ropa.
- Automatización del hogar: Se están promoviendo las "casas inteligentes" que integran sensores y dispositivos conectados para monitorear la salud y facilitar la vida diaria de los ancianos, permitiéndoles vivir de forma independiente por más tiempo.
- Transporte automatizado: En ciudades como Wajima, se han introducido carritos de golf automatizados para ayudar a los residentes mayores a desplazarse, reduciendo así el riesgo de accidentes de tráfico.
- Impresión 3D en construcción: La tecnología de impresión 3D se ha utilizado para construir infraestructuras de manera rápida y eficiente, como la renovación de una estación de tren en Arida en una sola noche, abordando la escasez de mano de obra en el sector de la construcción.
- Visados para nómadas digitales: Japón ha introducido un visado específico para atraer a nómadas digitales altamente cualificados, permitiéndoles trabajar en el país durante seis meses y contribuyendo así a la economía local.
- Incentivos para la Generación Z: Empresas japonesas están ofreciendo beneficios como viviendas subsidiadas y ayudas para el pago de estudios a jóvenes profesionales, con el objetivo de atraer y retener talento joven en el país.
Por su parte, Ishiguro sugiere que los avatares, ya sean físicos o virtuales, pueden permitir que personas mayores, con discapacidades o con responsabilidades familiares participen activamente en el mercado laboral desde sus hogares. Esto no solo aumentaría la población activa, sino que también promovería una sociedad más inclusiva y diversa.
Aplicaciones prácticas
Los avatares ya se están implementando en diversos sectores. Por ejemplo, algunas empresas utilizan personajes generados por ordenador como asistentes de ventas o atención al cliente. Ishiguro destaca un experimento donde un avatar en pantalla se convirtió en el sexto mejor vendedor en una tienda con 21 empleados, demostrando su eficacia incluso sin presencia física.
En el ámbito médico, los avatares podrían permitir consultas remotas, reduciendo el riesgo de contagio en situaciones como la pandemia de COVID-19. Además, en el sector educativo, podrían facilitar el acceso a la enseñanza para estudiantes en zonas remotas o con movilidad reducida.
El profesor japonés considera que el principal objetivo de la robótica es comprender mejor a los seres humanos. Su enfoque se centra en el concepto japonés de sonzaikan, que se refiere a la sensación de presencia física de otro ser humano. Al desarrollar robots que emulan esta presencia, Ishiguro busca explorar cómo las personas interactúan entre sí y cómo estas interacciones pueden ser replicadas o mejoradas mediante la tecnología. Esta línea de investigación tiene implicaciones significativas para el desarrollo de robots sociales y su integración en la vida cotidiana.
Los avatares desarrollados por Hiroshi Ishiguro tienen aplicaciones en sectores como:
- Educación, permitiendo que profesores o expertos den clases a distancia en forma de representación digital.
- Sanidad, donde pueden servir como interlocutores para pacientes, especialmente en consultas rutinarias o seguimiento psicológico.
- Comercio, atendiendo clientes de forma remota con una presencia más humana que un chatbot.
- Empresas de seguros, donde actúan como intermediarios para explicar servicios o resolver dudas.
Una visión de futuro: la sociedad simbiótica
El concepto de "sociedad simbiótica" propuesto por el profesor imagina un mundo donde humanos y avatares coexisten y colaboran estrechamente. En este escenario, las limitaciones físicas y geográficas se superan, permitiendo a las personas estar presentes en múltiples lugares simultáneamente a través de sus avatares. Esto podría revolucionar la forma en que trabajamos, aprendemos y nos relacionamos, promoviendo una sociedad más equitativa y eficiente.
No obstante, esto plantea desafíos. La creación de avatares que replican la apariencia y el comportamiento humano plantea importantes cuestiones éticas y sociales. Ishiguro reconoce que, para que los humanos desarrollen relaciones significativas con los robots, es crucial sentir intimidad hacia ellos y aceptarlos como miembros sociales.
Además, la posibilidad de que los avatares adquieran una personalidad propia y operen de manera autónoma genera debates sobre la identidad, la conciencia y los derechos de estas entidades. La integración de robots en la vida cotidiana también desafía las normas culturales y religiosas, especialmente en sociedades donde la reproducción de la figura humana puede ser controvertida.
En el marco de su presentación en el CosmoCaixa, el científico enfatizó la necesidad de diseñar cuidadosamente los "deseos" de estas futuras máquinas autónomas para evitar potenciales riesgos. Subrayó la naturaleza multidisciplinar de este reto, que requiere la colaboración de filósofos, científicos cognitivos y expertos de otras áreas humanísticas para definir aspectos aún no resueltos de esta tecnología.
Ante las dudas del público sobre la aceptación social de la creación de dobles digitales, Ishiguro argumentó que estas representaciones no deben concebirse como sustitutos de los seres humanos, sino como herramientas destinadas a ampliar sus capacidades. Para lograr una "sociedad simbiótica humano-avatar", el investigador señaló la necesidad de una doble transformación: tanto en el desarrollo tecnológico como en la mentalidad colectiva.
Con una perspectiva optimista, aunque consciente de la incertidumbre del futuro, Ishiguro concluyó su intervención en el ciclo "Grandes de la ciencia" reflexionando sobre el potencial impacto ético y social de su trabajo y el de otros investigadores en el campo. Destacó la responsabilidad de los creadores de orientar su labor hacia la construcción de un futuro mejor, explorando diversas posibilidades y, al mismo tiempo, previniendo escenarios perjudiciales, definiendo este como el principal desafío actual.
Puntos clave
- Hiroshi Ishiguro, en un evento de la Fundación "la Caixa", plantea el uso de avatares para paliar la escasez de mano de obra generada por la crisis demográfica japonesa.
- Ishiguro ha creado el Geminoid HI-6, un androide teleoperado con 53 grados de libertad e inteligencia artificial para interactuar y sustituir al investigador en tareas como conferencias.
- Japón implementa diversas soluciones tecnológicas ante la crisis demográfica. El país está explorando activamente robots cuidadores, automatización del hogar y transporte autónomo.
- El científico vislumbra y ejemplifica el uso de avatares en educación, sanidad, comercio y seguros.
- El concepto central es la coexistencia y colaboración estrecha entre humanos y avatares, lo que plantea importantes cuestiones éticas y sociales.