Guía clara para hacer tu testamento vital y dejar instrucciones médicas anticipadas

La previsión sobre los tratamientos que uno está dispuesto a recibir o rechazar evita sufrimiento, reduce conflictos familiares y garantiza que se respeten los deseos personales en situaciones críticas

Jaume Esteve

Periodista especializado en economía

Actualizado a

Longevity equipo trabajo reunión médicos

La previsión sobre los tratamientos que uno está dispuesto a recibir o rechazar evita sufrimiento, reduce conflictos familiares y garantiza que se respeten los deseos personales en situaciones críticas

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Elegir hoy cómo queremos ser tratados mañana, cuando no podamos decidir por nosotros mismos, es un acto de responsabilidad, dignidad y amor. El testamento vital, también conocido como directiva médica anticipada, permite dejar por escrito las instrucciones sobre la atención sanitaria que deseamos recibir o rechazar en el tramo final de la vida, en caso de enfermedades graves, coma, demencia avanzada o cualquier situación en la que ya no seamos capaces de tomar decisiones conscientes.

Estas decisiones no solo afectan a los pacientes. También liberan a los seres queridos de la carga emocional que supone tener que tomar decisiones difíciles en momentos de gran dolor, y ayudan al personal médico a actuar con claridad y respeto por los valores del paciente.

¿Qué es una directiva médica anticipada?

Una directiva médica anticipada es un documento legal y escrito que especifica qué tratamientos médicos una persona quiere o no quiere recibir si se encuentra incapacitada para decidir por sí misma. Estas instrucciones son especialmente útiles en casos como:

  • Fase terminal de una enfermedad
  • Estados de coma o inconsciencia prolongada
  • Accidentes graves
  • Deterioro cognitivo severo (como Alzheimer avanzado)
Los testamentos en vida y otras directrices médicas anticipadas incluyen instrucciones legales y escritas que indican el tratamiento que deseas recibir para ciertas enfermedades cuando no puedas tomar decisiones por ti mismo

Los testamentos en vida y otras directrices médicas anticipadas incluyen instrucciones legales y escritas que indican el tratamiento que deseas recibir para ciertas enfermedades cuando no puedas tomar decisiones por ti mismo

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Hablar de estas decisiones no siempre es fácil. En muchas culturas, la muerte sigue siendo un tema delicado, incluso tabú, lo que puede dificultar que las personas se planteen este tipo de planificación. Sin embargo, hacerlo con tiempo permite abrir conversaciones valiosas con la familia, respetar tradiciones personales o religiosas, y asegurar que cada individuo sea tratado de acuerdo con sus valores, incluso en los momentos más vulnerables.

¿Quién puede hacerla?

Cualquier adulto puede —y debería— dejar una directiva médica anticipada, sin importar su edad ni su estado de salud actual. Los imprevistos ocurren, y planificar con antelación es una forma de asegurar que nuestras preferencias se respeten sin ambigüedad.

Tipos de documentos más comunes

1. Poder notarial para atención médica:
Permite designar a una persona de confianza para que tome decisiones médicas en tu nombre. Puede llamarse también representante, apoderado, sustituto o defensor del paciente, dependiendo del estado.

2. Testamento vital:
Detalla los tratamientos que deseas o rechazas, incluyendo:

  • Reanimación cardiopulmonar (RCP)
  • Ventilación mecánica
  • Alimentación por sonda
  • Diálisis
  • Uso de antibióticos o antivirales
  • Cuidados paliativos (control del dolor)
  • Donación de órganos o del cuerpo

3. Órdenes médicas específicas:
Como las de no reanimar (DNR) o no intubar (DNI), que se emiten con un profesional de salud y se añaden al expediente médico. Estas deben renovarse en cada ingreso hospitalario o traslado a centros de salud.

4. Órdenes del médico para el tratamiento artificial de la vida (MOLST o POLST):
Son formularios médicos pensados para personas con enfermedades graves. Contienen instrucciones detalladas, personalizadas, visibles y de fácil acceso incluso en el hogar o residencias geriátricas.

Cómo elaborar una directiva médica anticipada

  • Infórmate: Cada estado o país puede tener requisitos distintos (formularios, firmas, notarios, etc.).
  • Consulta a un profesional médico: Aclara dudas sobre los tratamientos y escenarios posibles.
  • Designa a tu representante: Debe ser alguien que te conozca, que respete tus valores y esté dispuesto a hablar en tu nombre.
  • Distribuye copias: Entrega el documento a tu médico, representante, familiares cercanos y guarda una copia accesible.
  • Lleva identificación: Una tarjeta que indique que tienes una directiva anticipada y cómo localizarla.

¿Cuándo revisar y actualizar las directivas?

Las circunstancias cambian, y con ellas, nuestros deseos o posibilidades. Se recomienda revisar y actualizar el testamento vital cuando:

  • Se recibe un diagnóstico nuevo o grave
  • Se produce un cambio en la situación familiar (matrimonio, divorcio, fallecimiento)
  • Han pasado muchos años desde su redacción
  • Cambian tus valores o prioridades respecto al final de la vida

Reflexionar con sentido y claridad

El testamento vital no es un documento de desesperanza, sino de autonomía. Es una herramienta para preservar la calidad de vida según nuestros propios criterios. Hablar de muerte o enfermedad no es fácil, pero hacerlo con tiempo permite que nuestra voluntad sea respetada y que nuestros seres queridos puedan acompañarnos desde la serenidad y el amor, en vez de la incertidumbre o la culpa.

Puntos clave

  •  Asegura que se respeten tus decisiones médicas: el testamento vital garantiza que se respeten tus decisiones médicas si no puedes expresarlas por ti mismo.
  • Alivia la carga emocional de tus seres queridos: cualquier adulto puede y debería tener directivas médicas anticipadas, independientemente de su edad o salud.
  • Es válido para cualquier adulto, sin importar su edad o estado de salud: no es exclusivo de personas mayores o enfermas; todos podemos enfrentar imprevistos.
  • Designar un representante es tan importante como el documento en sí: algunas situaciones no se pueden prever por escrito, por eso es clave elegir a alguien que actúe según tus valores.
  • Debe revisarse y actualizarse periódicamente: cambios en la salud, la familia o tus creencias pueden modificar tus decisiones. Comunicar estas decisiones asegura que estén vigentes y claras cuando más se necesiten.