La rotación de altos cargos en la administración tributaria española suele transcurrir con discreción, pero la reciente dimisión de José Antonio Marco Sanjuán como presidente del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) ha marcado una excepción notoria. No solo por la relevancia del organismo que dirigía, sino por las circunstancias que rodean su salida y el perfil del nuevo titular, José Ignacio Ruiz Toledano, cuya designación fue aprobada por el Consejo de Ministros este martes.
Lo que está en juego no es menor. El TEAC es el órgano clave para resolver reclamaciones económico-administrativas de gran complejidad y cuantía, especialmente en un momento donde la fiscalidad empresarial, la litigiosidad tributaria y el escrutinio sobre las grandes fortunas están en el centro de la agenda económica.
Una dimisión rodeada de sospechas
La salida de Marco Sanjuán ha sido oficialmente atribuida a “motivos personales”. Sin embargo, llega apenas unos días después de que el medio El Debate publicase una información que lo vinculaba presuntamente con el cobro de comisiones ilegales (“mordidas”) a cambio de decisiones favorables a determinados empresarios. Aunque no existen —por ahora— acusaciones formales, la coincidencia temporal entre las revelaciones periodísticas y la renuncia ha generado ruido en el entorno fiscal y político.
Marco Sanjuán,inspector de Hacienda y funcionario de carrera con más de tres décadas de experiencia, había ocupado cargos de alto perfil desde 1998, siendo presidente del TEAR de Castilla y León antes de asumir el liderazgo del TEAC en 2018. Su renuncia interrumpe una gestión de siete años marcada por una cierta estabilidad institucional, pero también por un bajo perfil mediático.
El nombramiento de Ruiz Toledano: perfil técnico, mandato exigente
Para ocupar el puesto, el Gobierno ha optado por una figura de continuidad técnica: José Ignacio Ruiz Toledano, también inspector de Hacienda, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y con una trayectoria directamente vinculada al propio TEAC.
Ruiz Toledano ha sido vocal del tribunal desde 2018, con responsabilidad directa sobre la imposición directa a personas físicas. Anteriormente presidió el Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) de Madrid durante una década, y fue coordinador de los tribunales regionales en el TEAC entre 2000 y 2007. También desempeñó funciones relevantes en la Dirección General de Tributos y en la Agencia Tributaria.
Esta trayectoria construye un perfil técnico, de carrera, sin ambiciones políticas aparentes, lo que refuerza la idea de una sucesión orientada a preservar la operatividad del tribunal sin alterar su arquitectura institucional. Sin embargo, en un contexto de creciente presión sobre el sistema tributario, el papel del nuevo presidente será mucho más que administrativo.
Un órgano clave en la arquitectura fiscal
El TEAC, aunque poco conocido fuera del ámbito especializado, es esencial en la estructura fiscal española. Como tribunal económico-administrativo central, actúa como máxima instancia administrativa en la resolución de reclamaciones contra decisiones de la Agencia Tributaria y otros organismos tributarios.
Una oficina de la Agencia Tributaria
EuropaPress
Sus pronunciamientos tienen un peso interpretativo considerable y, en muchos casos, funcionan como anticipo o alternativa al proceso judicial. De hecho, en sectores como la fiscalidad corporativa internacional, el IRPF o el IVA, el criterio del TEAC influye en la estrategia de planificación fiscal de grandes empresas, despachos tributarios y family offices.
Por ello, cualquier cambio en su cúpula tiene implicaciones sistémicas, aunque no siempre visibles a corto plazo. En este sentido, el relevo entre Marco Sanjuán y Ruiz Toledano no puede leerse únicamente como una transición de nombres: es también una oportunidad —y un riesgo— para redefinir el equilibrio entre exigencia recaudatoria y garantías procedimentales.
Transparencia, credibilidad y litigiosidad
Uno de los retos inmediatos que enfrentará Ruiz Toledano es el de reconstruir la confianza interna y externa en el tribunal. Las sospechas en torno a la salida de su predecesor han erosionado parcialmente la imagen del organismo, aunque no se haya abierto una investigación formal hasta el momento. En un sistema que requiere legitimidad para sostener decisiones impopulares, la reputación de los órganos resolutivos no es un detalle menor.
El contexto tampoco ayuda. La presión recaudatoria, el endurecimiento del control fiscal y el aumento de litigios tributarios han puesto al sistema bajo tensión. La figura del TEAC como árbitro técnico, no político, será clave para evitar un colapso reputacional en los mecanismos de resolución administrativa. En este marco, la trayectoria discreta y estable de Ruiz Toledano podría jugar a favor de la institución, siempre que se acompañe de una estrategia explícita de refuerzo de la transparencia y el control interno.
Una salida que no cierra el episodio
A pesar de la rapidez con que se ha producido el relevo, la salida de Marco Sanjuán sigue proyectando sombra sobre la administración tributaria. El hecho de que la dimisión se haya justificado oficialmente por “motivos personales”, sin desmentidos ni aclaraciones públicas sobre la información publicada, deja espacio para la especulación. Y en un sector donde la confianza institucional es esencial para garantizar la aceptación voluntaria de las normas fiscales, la opacidad no es una opción sostenible.
El nuevo presidente del TEAC, por tanto, no solo hereda un cargo: hereda una responsabilidad. Recuperar credibilidad, blindar la imparcialidad y reforzar la autoridad técnica del tribunal son desafíos que no se resolverán con perfil bajo. Ser discreto ya no basta; en la administración tributaria de 2025, también hace falta ser ejemplar.
Puntos clave
- José Ignacio Ruiz Toledano ha sido nombrado presidente del TEAC, en sustitución de Marco Sanjuán, cuya dimisión llegó tras la publicación de informaciones periodísticas que comprometen su continuidad.
- El nuevo presidente cuenta con una sólida trayectoria técnica en el ámbito tributario, con experiencia previa en el propio tribunal, en la Agencia Tributaria y en el TEAR de Madrid.
- El relevo se produce en un contexto de creciente tensión institucional, marcado por el incremento de litigios fiscales, el endurecimiento del control y la presión por reforzar la legitimidad del sistema.
- El TEAC es un órgano clave en la arquitectura fiscal española, ya que resuelve reclamaciones económicas de gran complejidad e influencia, con impacto directo sobre empresas, administraciones y contribuyentes.