Buscar trabajo fuera de España se ha convertido en una estrategia profesional con resultados tangibles. Según un estudio de la Universidad del Valle de México (UVM), el 83% de quienes han trabajado en el extranjero ha mejorado sus ingresos, mientras que el 56% afirma haber obtenido mejores condiciones laborales. La movilidad internacional no solo gana peso en las decisiones de los profesionales, sino también en las prioridades de las empresas que necesitan cubrir vacantes urgentes en un mercado con escasez de perfiles.
La tendencia se refleja también en los datos del Global Talent Trends 2024, un informe elaborado por LinkedIn, que destaca que el 72% de los responsables de recursos humanos ya considera la movilidad internacional un factor decisivo para atraer y fidelizar talento. En 2019, solo lo pensaba el 55%. En este contexto, el trabajo en otro país deja de ser una aventura para convertirse en una decisión estratégica.
Europa busca trabajadores, el mapa de la demanda
La demanda laboral en Europa lo confirma. Más de 3,6 millones de vacantes están sin cubrir en la Unión Europea, según cifras de la Comisión Europea. Las áreas más tensionadas son la construcción, la logística, la sanidad y la automoción. En consecuencia, muchos profesionales españoles ven en el extranjero una vía clara para mejorar su proyección.
Los destinos más habituales son Alemania, Francia y Bélgica, donde existen necesidades estructurales en sectores clave y donde las condiciones económicas resultan más atractivas. Los perfiles más demandados van desde personal administrativo y de almacén hasta ingenieros logísticos, enfermeros y trabajadores especializados en construcción y automoción.
Qué perfiles vienen a España
Mientras España exporta talento cualificado en busca de mejores sueldos, también recibe profesionales de otras regiones. Los más demandados son técnicos en mantenimiento industrial, electromecánicos y trabajadores del sector hospitality. Proceden, sobre todo, de Latinoamérica y de Europa del Este, donde existe una gran disponibilidad de estos perfiles técnicos.
Aun así, el idioma y la capacidad de adaptación cultural siguen siendo factores determinantes. “Muchos casos de éxito llegan por recomendación directa de otros expatriados. El boca a boca y el efecto red son muy potentes en estos procesos”, explica María Luaces, directora de Human Resources Solutions en Synergie.
Una experiencia que transforma la carrera y la vida
El trabajo en el extranjero no solo aporta beneficios económicos. También permite adquirir competencias que mejoran la empleabilidad a largo plazo. Así lo confirma un estudio de la Universidad de Bamberg, realizado en más de 30 países, que vincula la experiencia internacional con mayores probabilidades de ascenso y estabilidad financiera.
“La experiencia internacional abre la mente, te obliga a salir de tu zona de confort y te conecta con nuevas formas de trabajar. Es una inversión en empleabilidad a largo plazo”, asegura Luaces.
En su opinión, las competencias adquiridas fuera de casa —como la resiliencia, la adaptabilidad o la comunicación intercultural— marcan la diferencia a la hora de progresar en un mercado cada vez más competitivo.
Incluso en etapas de la carrera, esta movilidad deja huella. El Erasmus Impact Study de la Comisión Europea concluye que el 79% de los estudiantes que han hecho una estancia en el extranjero encuentran empleo una vez finalizados sus estudios.
2025 redefine la movilidad: nuevas prioridades, más flexibilidad
Los cambios sociales y laborales también afectan al modo en que se plantea esta movilidad. Para muchos profesionales, el salario ya no es el único factor. También importan el propósito del trabajo, el impacto social, el bienestar emocional y la alineación con los valores de la organización.
En este contexto, el auge del trabajo híbrido y de los nómadas digitales ha redefinido las fronteras: trabajar desde otro país ya no implica necesariamente trasladarse de forma permanente. Se abren así fórmulas más flexibles, adaptadas a nuevos estilos de vida.
Además, fenómenos como el ghosting en procesos de selección —cuando un candidato o una empresa interrumpe la comunicación sin previo aviso— obligan a las organizaciones a mejorar su forma de comunicar y a priorizar la experiencia del candidato.
Prácticas, técnicos y jóvenes en formación
Algunas empresas han desarrollado divisiones específicas para acompañar a los profesionales en estos procesos de internacionalización. Es el caso de Synergie, que a través de su división Global Talentfacilita prácticas de verano en Alemania para estudiantes, envío de personal técnico al aeropuerto de Ámsterdam o colabora con programas de empleo juvenil en distintos países europeos.
“La movilidad ya no es una opción para las empresas, es una necesidad. Pero debe estar bien gestionada, centrada en el bienestar del candidato y alineada con los valores de la organización. Solo así se logra una experiencia internacional transformadora para ambas partes”, concluye Luaces.
Puntos clave
- El 83% de quienes han trabajado fuera ha mejorado su sueldo, según la UVM.
- Más de 3,6 millones de vacantes sin cubrir en la UE impulsan la salida de talento.
- Alemania, Francia y Bélgica concentran gran parte de la demanda internacional.
- España importa perfiles técnicos cualificados de Latinoamérica y Europa del Este.
- Las competencias adquiridas en el extranjero mejoran la empleabilidad a largo plazo.
- Las prioridades laborales se amplían: bienestar, propósito y sostenibilidad ganan peso.