"No hace falta tener mucho dinero para empezar a invertir", según Pablo Gil. El economista y experto en bolsa ha compartido en su cuenta de Instagram un método sencillo para quienes cobran entre 1.000 y 1.500 euros al mes: “No necesitas grandes cantidades para dar el primer paso”, asegura. Para él, la clave está en el hábito, no en el capital: “Destina un 10% de lo que ganas al ahorro”.
En su cuenta de Instagram, Gil explica este método en un vídeo donde comparte consejos sobre inversión. Este método no solo es útil para quienes empiezan jóvenes o con ingresos bajos, sino que también resulta clave para quienes superan los 50 años y buscan fortalecer su seguridad financiera. A esta edad, el objetivo es construir un ahorro estable y seguro que permita afrontar la jubilación con mayor tranquilidad.
Aplicar la estrategia DCA
Una vez adquirida la costumbre de reservar un porcentaje mensual para el ahorro, el siguiente paso es canalizar ese dinero hacia la inversión siguiendo un sistema. Gil sugiere aplicar el método conocido como Dollar Cost Averaging (DCA), una estrategia basada en realizar aportaciones regulares y constantes, sin tratar de anticiparse a los movimientos del mercado. “Ese ahorro lo destines estilo de C”, comenta, en referencia a esta forma de inversión periódica que no depende de si los mercados suben o bajan.
La principal ventaja del DCA es que permite entrar en los mercados de forma gradual, reduciendo el riesgo de invertir una suma importante justo antes de una caída. Consiste en destinar siempre la misma cantidad, por ejemplo, cada mes, lo que hace que en momentos de bajadas se compren más participaciones y en subidas, menos.
Ahorrar una parte fija del sueldo cada mes
El primer paso no es lanzarse al mercado, sino adquirir disciplina financiera. Gil insiste en establecer una rutina: separar entre un 5% y un 10% del sueldo cada mes. Para alguien con un ingreso de 1.200 euros, esto supondría entre 60 y 120 euros mensuales. “Lo que te recomendaría realmente es que destines un porcentaje de lo que ganas al ahorro”, repite en el vídeo.
Esta constancia añade, ayuda a evitar decisiones impulsivas y permite afrontar la inversión con una visión más estable y a largo plazo. No se trata de acertar, sino de construir poco a poco.
Invertir sin mirar el mercado
Una vez se ha creado ese colchón, el economista propone empezar a invertir pequeñas cantidades de forma sistemática, sin preocuparse por si el mercado está caro o barato. “Con independencia de lo que esté pasando en el mercado”, recomienda seguir con las aportaciones.
Este enfoque elimina el riesgo de entrar en el peor momento o dejarse llevar por el miedo. Para Gil, lo importante es tener un método: “Esas aportaciones que se hacen de forma periódica” son más efectivas que intentar adivinar el mejor día para comprar.
Repartir entre renta fija y renta variable
Con esa base, la siguiente recomendación es diversificar la inversión. Aunque se trate de pequeñas cantidades, Gil anima a no poner todo el dinero en un solo tipo de activo. “Una parte que vaya para renta variable, otra parte que vaya a renta fija”, sugiere en el vídeo.
Esto permite suavizar el impacto de la volatilidad. Mientras que la renta variable puede ofrecer más rentabilidad, la renta fija actúa como amortiguador en tiempos de incertidumbre. La idea es construir una cartera equilibrada, aunque se empiece con poco.
Disciplina antes que intuición
En lugar de actuar según impulsos o modas, Gil insiste en que la clave es mantener un sistema: ahorro mensual, inversión periódica y diversificación. De hecho, no menciona productos concretos ni plataformas. Su mensaje es claro, sin importar el contexto, lo fundamental es tener una estrategia y mantenerla.
“Destina un 10% de lo que ganas al ahorro y, a partir de ese instante, ese ahorro lo destines estilo de C”, resume. No hace falta ser experto ni tener grandes ingresos, solo seguir el plan con constancia.
Mejor empezar con poco que no empezar
Para quienes creen que invertir es solo para quienes ganan mucho o tienen formación financiera, Gil desmonta ese mito. La accesibilidad, dice, está en la actitud, ya que, cualquiera puede empezar a invertir si se lo propone, incluso con sueldos bajos.
Como él mismo afirma: “No necesitas grandes cantidades para dar el primer paso”. Basta con tener un método, evitar el miedo y comprometerse con el futuro financiero de forma constante.
Puntos clave
- No hace falta ganar mucho para empezar a invertir, según Pablo Gil.
- El economista recomienda ahorrar entre un 5% y un 10% del sueldo cada mes.
- Para alguien que cobra 1.200 euros, supone ahorrar entre 60 y 120 euros mensuales.
- Ese dinero debe invertirse poco a poco, sin mirar si el mercado sube o baja.
- Gil aconseja repartir entre renta fija y variable, aunque se invierta poco.