¿Qué pasa con la herencia si un matrimonio muere al mismo tiempo?

La legislación vigente contempla escenarios excepcionales en los que el orden del fallecimiento resulta indeterminado, afectando directamente la distribución patrimonial y los derechos de los beneficiarios según su vínculo familiar

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Renunciar a una herencia

Cuando un matrimonio fallece al mismo tiempo o en circunstancias que impiden determinar quién murió primero, la ley española establece una serie de normas específicas para repartir la herencia. Este escenario, aunque poco común, puede generar dudas y conflictos entre los herederos si no se gestiona adecuadamente.​

¿Qué dice la ley sobre el fallecimiento simultáneo?

El Artículo 33 del Código Civil aborda esta situación:​

"Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha muerto primero, el que sostenga la muerte anterior de una u otra, debe probarla; a falta de prueba, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro"

Esto significa que, si no se puede demostrar quién falleció primero, se considera que ambos murieron simultáneamente. En consecuencia, no se produce la transmisión de derechos hereditarios entre ellos, y cada uno será sucedido por sus propios herederos legales.​

¿Cómo afecta esto al reparto de la herencia?

En caso de fallecimiento simultáneo, la herencia de cada cónyuge se reparte de forma independiente, siguiendo las reglas de la sucesión intestada (cuando no hay testamento) o conforme a lo establecido en sus respectivos testamentos, si los hubieran.​

Con testamento

Si ambos cónyuges han otorgado testamento, se aplicarán las disposiciones contenidas en cada uno de ellos. Es importante destacar que, en caso de fallecimiento simultáneo, las cláusulas que designan al otro cónyuge como heredero pueden quedar sin efecto, ya que no se puede determinar quién falleció primero. En este caso, se aplicarán las disposiciones subsidiarias del testamento o, en su defecto, las normas de la sucesión intestada.​

Sin testamento

En ausencia de testamento, la herencia se distribuye según el orden establecido en el Código Civil:​

  1. Hijos y descendientes: heredan por partes iguales.
  2. Ascendientes: si no hay descendientes, heredan los padres o abuelos.
  3. Cónyuge sobreviviente: si no hay descendientes ni ascendientes, hereda el cónyuge.
  4. Colaterales: hermanos, sobrinos y demás parientes hasta el cuarto grado.
  5. Estado: en ausencia de herederos, la herencia pasa al Estado. ​

En el caso de fallecimiento simultáneo, el cónyuge no puede heredar, ya que no se puede determinar quién falleció primero. Por lo tanto, la herencia se distribuirá entre los descendientes o ascendientes, según corresponda.​

¿Qué ocurre con la sociedad de gananciales?

Si el matrimonio estaba casado en régimen de gananciales, la sociedad se disuelve con la muerte de ambos cónyuges. En este caso, se procede a la liquidación de la sociedad de gananciales, adjudicando el 50% de los bienes a cada cónyuge. Posteriormente, se distribuye la herencia de cada uno según las reglas mencionadas anteriormente. ​

¿Y si hay hijos en común?

Cuando hay hijos en común, la herencia de cada progenitor se reparte entre ellos por partes iguales. Es importante destacar que, en caso de fallecimiento simultáneo, los hijos no heredan directamente la totalidad de los bienes del matrimonio, sino que se realiza una partición de la herencia de cada cónyuge por separado.​ También hay que tener en cuenta que en España, la carga fiscal varía enormemente según la comunidad autónoma en la que se tribute.

¿Qué sucede si no hay descendientes ni ascendientes?

En ausencia de descendientes y ascendientes, la herencia se distribuye entre los parientes colaterales hasta el cuarto grado (hermanos, sobrinos, tíos, primos). Si tampoco existen estos parientes, la herencia pasa al Estado. ​

El fallecimiento simultáneo de un matrimonio plantea desafíos legales específicos en materia de herencia. La clave está en la imposibilidad de determinar quién falleció primero, lo que impide la transmisión de derechos entre los cónyuges y obliga a tratar cada herencia por separado. Es fundamental contar con asesoramiento legal adecuado para gestionar correctamente la liquidación de la sociedad de gananciales y la distribución de la herencia, garantizando así los derechos de los herederos y evitando posibles conflictos.​

Un caso real que muestra la complejidad legal

Este tipo de situaciones no son solo hipótesis legales: han ocurrido en la vida real y muestran la importancia de conocer cómo se aplica la ley. Un ejemplo significativo es el de una familia que sufrió un accidente de tráfico en el que fallecieron la madre y dos de sus hijos en el acto. Otro hijo murió pocas horas después y el padre, gravemente herido, falleció al día siguiente.

Según los certificados de defunción, se determinó que la madre y dos hijos murieron simultáneamente, por lo que no se produjo transmisión de derechos hereditarios entre ellos. El hijo que sobrevivió unas horas sí heredó legalmente de su madre, y al morir poco después, sus bienes pasaron a su padre. Finalmente, tras la muerte del padre, la herencia completa se transfirió a sus herederos legales.

Este caso muestra con claridad cómo el momento exacto del fallecimiento puede alterar profundamente el destino de una herencia, especialmente si no existen testamentos o si estos no contemplan situaciones de fallecimiento simultáneo. También subraya el papel clave que tienen los certificados médicos y legales para definir el orden de las muertes, y con ello, el reparto del patrimonio familiar.

Puntos clave

  • La ley española, específicamente el Artículo 33 del Código Civil, establece que si no se puede probar quién murió primero entre dos personas llamadas a sucederse, se presume que fallecieron simultáneamente.
  • En caso de fallecimiento simultáneo, no hay transmisión de derechos hereditarios entre los cónyuges, y cada uno es sucedido por sus propios herederos legales.
  • La herencia de cada cónyuge se reparte de forma independiente, ya sea según su testamento (si lo hay) o siguiendo las normas de la sucesión intestada. Las cláusulas testamentarias que designan al otro cónyuge como heredero pueden quedar sin efecto.
  • Si el matrimonio estaba en régimen de gananciales, este se disuelve con la muerte simultánea, se liquidan los bienes comunes al 50% para cada cónyuge, y luego se distribuye la herencia individual de cada uno.