Hoteles en España: suben los precios, caen las reservas y el sector entra en fase de transformación

La industria turística ajusta su modelo ante el cambio en los hábitos de consumo, la presión inflacionaria y la necesidad de rediseñar su propuesta de valor para sostener la competitividad en 2025

2020 05 21 13:50:10 023
Ada Sanuy

Coordinadora editorial

Actualizado a

imagen archivo recepcion hotel

Imagen de archivo de la recepción de un hotel.

EuropaPress / ASHOTEL

El sector hotelero español atraviesa una fase de reconfiguración marcada por contrastes: mientras los ingresos medios por habitación ocupada se incrementan, la caída de las pernoctaciones revela una tensión estructural que obliga a repensar modelos y ajustar estrategias.

En marzo de 2025, los hoteles en España registraron una facturación media de 114,3 euros por habitación ocupada, un 4,9% más que en el mismo mes del año anterior. Este dato positivo en ingresos contrasta con un retroceso del 8,9% en el número total de pernoctaciones, que sumaron 22,3 millones. Esta paradoja entre ingresos crecientes y demanda decreciente enciende luces de alerta sobre la sostenibilidad del modelo actual, particularmente en un contexto de cambios estacionales y nuevas dinámicas de consumo turístico.

Un mes atípico con impacto estadístico

El descenso interanual en las pernoctaciones de marzo responde, en parte, a un efecto calendario: la Semana Santa se celebró en abril este año, mientras que en 2024 coincidió con marzo. Esta variación estacional complica las comparaciones y exige prudencia en el análisis. Sin embargo, más allá del factor calendario, hay elementos estructurales que comienzan a configurar una tendencia que podría mantenerse durante el año.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las pernoctaciones de residentes en España cayeron un 14,9%, mientras que las de extranjeros retrocedieron un 5,1%. Esto sugiere que la retracción no se limita a un segmento específico del mercado, sino que afecta transversalmente tanto al turismo nacional como internacional.

El peso de los mercados emisores y la reconfiguración de destinos

Reino Unido continúa liderando el ranking de mercados emisores, concentrando el 23,3% de las pernoctaciones extranjeras en marzo. Desde enero de 2022, se mantiene como el principal país de origen del turismo internacional en España, lo que subraya su rol estratégico para la estabilidad del sector. Aun así, la alta dependencia de un número reducido de mercados plantea riesgos en un escenario global cada vez más volátil.

En cuanto a destinos, Andalucía, Cataluña y la Comunitat Valenciana fueron los favoritos entre los viajeros nacionales, mientras que Canarias, Andalucía y Cataluña encabezaron las preferencias de los visitantes internacionales. Estos datos consolidan un eje turístico dominante, pero también reflejan cierta rigidez en la diversificación de flujos, algo que podría convertirse en un talón de Aquiles ante futuras disrupciones.

Precios al alza, presión sobre la accesibilidad

Uno de los aspectos más notables del informe es la continuidad en el incremento de los precios hoteleros, que en marzo crecieron un 3,2% interanual. Con este dato, ya son 46 meses consecutivos de subas en los precios. No obstante, la variación registrada este mes ha sido la más moderada desde abril de 2021, lo que podría indicar un cierto agotamiento en la capacidad del sector para seguir trasladando costes al consumidor sin resentir la demanda.

El ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR), un indicador clave para medir la rentabilidad efectiva de los establecimientos, alcanzó los 73 euros, un 5,4% más que el año pasado. Las diferencias entre categorías son significativas: los hoteles de cinco estrellas registraron un ADR de 266,2 euros y un RevPAR de 170,4 euros, mientras que los de tres estrellas apenas alcanzaron los 87,3 y 57,2 euros, respectivamente. Esta brecha refuerza la segmentación del mercado y plantea interrogantes sobre la accesibilidad del turismo nacional frente al encarecimiento progresivo de la oferta.

Zonas de alta concentración y retos de sostenibilidad

Teguise, en Lanzarote, se destacó como el punto turístico con mayor ocupación en marzo, con un 85,2% de plazas cubiertas, mientras que el Sur de Gran Canaria lideró en grado de ocupación por zonas, alcanzando el 79% durante el fin de semana.

De hecho las Canarias destacaron como destino clave en la ocupación hotelera de febrero. Estas cifras reafirman la fortaleza del modelo insular y del turismo de sol y playa, aunque también plantean interrogantes sobre la capacidad de carga y la sostenibilidad a largo plazo.

El promedio nacional de ocupación fue del 53%, con un descenso anual del 3,8%, lo que indica una pérdida de tracción en la utilización de la oferta disponible. Este descenso podría estar vinculado a la inflación, la menor disponibilidad de ahorro de las familias, o una reevaluación del gasto en ocio frente a otras prioridades.

Una industria en transición: desafíos y estrategias emergentes

Más allá de los datos, lo que emerge es un escenario en transición. La aparente contradicción entre ingresos en ascenso y ocupación en descenso señala que el sector está mutando: menos volumen, pero mayor rendimiento por unidad. Esta tendencia puede parecer saludable en el corto plazo, pero encierra riesgos si no se acompaña de una estrategia sólida de fidelización, diversificación de públicos y modernización de infraestructuras.

El turismo español debe adaptarse a una demanda más exigente, con expectativas personalizadas y creciente sensibilidad al precio. La apuesta por experiencias de valor añadido, la integración de tecnologías para optimizar la gestión y la apertura a nuevos nichos —como el turismo de bienestar, el cultural o el de naturaleza— aparecen como caminos posibles para consolidar una recuperación real y sostenible.

¿Qué nos espera en los próximos meses?

El INE advierte que será necesario esperar los datos de abril para obtener una visión más clara del comportamiento del primer semestre. No obstante, lo que se perfila es un año complejo, donde las decisiones estratégicas marcarán la diferencia entre adaptación y estancamiento.

El turismo sigue siendo una de las locomotoras de la economía española, pero la forma en que esta industria se reinventa frente a sus nuevos desafíos definirá su rol en el tejido productivo del país. El equilibrio entre rentabilidad y volumen, entre exclusividad y accesibilidad, será clave para escribir el próximo capítulo del turismo español en un mundo cada vez más competitivo y fragmentado.

Puntos clave

  • Las pernoctaciones hoteleras bajaron un 8,9% en marzo, pese a un aumento del 4,9% en la facturación por habitación ocupada.
  • El turismo nacional sufrió un retroceso más pronunciado que el internacional, con una caída del 14,9% en las pernoctaciones.
  • Los precios hoteleros acumulan 46 meses consecutivos de subas, aunque en marzo el incremento fue el menor desde 2021.
  • Canarias y Teguise lideraron los indicadores de ocupación, mientras el sector enfrenta el reto de sostener la rentabilidad con menor volumen.