“Últimamente, tienes que convencer a la gente para que venga a trabajar”. Así resumió el empresario José Elías, propietario del grupo de renovables Audax y propietario de la cadena de congelados La Sirena. En una intervención pública, Elías explicó que en apenas tres años se ha producido un giro radical en la actitud de quienes se presentan a una entrevista de trabajo. Ahora son ellos quienes interrogan al empresario sobre salario, pagas extra o la posibilidad de teletrabajar antes de aceptar el puesto.
Este escenario, que según Elías se ha instalado con fuerza en muy poco tiempo, ha trastocado el esquema tradicional en el que era el trabajador quien debía convencer al empleador. “Esto ha cambiado mucho el cuento en tres años”, insistió.
¿Qué está pasando en las entrevistas de trabajo?
Elías relató que son los propios responsables de recursos humanos quienes le trasladan esta nueva realidad: “Me dicen que quien hace la entrevista ahora es el candidato”, comentó. A su juicio, la conversación ha pasado de centrarse en el perfil profesional a estar condicionada por las condiciones laborales desde el primer minuto: “¿Cuánto vas a pagar? ¿Cuántas pagas voy a tener? ¿Puedo teletrabajar?”. Preguntas que antes eran secundarias y que ahora se han convertido en decisivas.
Este cambio de mentalidad entre empleados, según el empresario, tiene implicaciones. No solo obliga a las empresas a mejorar sus propuestas para atraer talento, sino que también obliga a revisar las dinámicas de contratación. En otras palabras: la oferta debe seducir, no imponer.
Una nueva relación laboral
Lejos de adoptar una postura crítica hacia los trabajadores, Elías aprovechó para reivindicar la importancia de reconocer que ambas partes —empleadores y empleados— son esenciales y están interconectadas. “Uno sin los otros no viven”, afirmó, apostando por dejar atrás el discurso que enfrenta a buenos y malos: “Ni todos los empresarios son unos santos, ni todos son unos demonios”.
Para el multimillonario, la transformación social, la digitalización, la pandemia y la irrupción del teletrabajo han acelerado una evolución en las relaciones laborales que ya se venía gestando. La consecuencia es clara: quienes buscan empleo ya no lo hacen con la misma disposición que hace una década, y ahora evalúan también aspectos como la flexibilidad horaria, el equilibrio personal y la estabilidad emocional que ofrece el puesto.
Un mercado en tensión y nuevas exigencias
Las palabras de Elías llegan en un momento donde las condiciones laborales y la escasez de mano de obra cualificada conviven con un desempleo estructural que aún afecta al 11,36% de la población activa en España, según los últimos datos de la EPA del primer trimestre de 2025. Sectores como la hostelería, la sanidad o la ingeniería siguen denunciando dificultades para encontrar personal, lo que refuerza la necesidad de mejorar las condiciones si se quiere captar talento.
El marco legal también ha avanzado. Con la reforma laboral de 2022, el Gobierno español puso el foco en reducir la temporalidad y fomentar la contratación indefinida, una medida que ha tenido efectos en la percepción de estabilidad laboral. A ello se suma el auge del trabajo híbrido, el debate sobre la semana laboral de cuatro días y un mayor escrutinio sobre la cultura empresarial de las organizaciones.
Cambio generacional y prioridades vitales
Para muchos jóvenes, la relación con el trabajo ha dejado de estar marcada por el sacrificio o el prestigio, y se orienta más hacia el bienestar. La pregunta ya no es “¿qué puedo ofrecer a esta empresa?”, sino “¿qué puede esta empresa ofrecerme a mí?”. Un cambio que, aunque incomode a algunos sectores empresariales, refleja una evolución cultural global.
Elías, que ha protagonizado varias charlas sobre liderazgo y emprendimiento, con especial hincapié en los autónomos, ha insistido en otras ocasiones en la importancia de adaptar la empresa a los nuevos tiempos. En esta intervención, sin embargo, dejó entrever su sorpresa ante la rapidez con la que ha cambiado el panorama. “Párate un momento. Aquí está pasando algo, ¿no?”, dijo con un punto de reflexión abierta.
Reconciliar posiciones para avanzar
En un clima donde se intensifican los discursos polarizados —desde quienes critican a los empresarios hasta quienes desconfían del compromiso laboral de los jóvenes—, la reflexión de José Elías apunta a la necesidad de tender puentes. La empresa del futuro, según puede interpretarse de sus palabras, deberá ser flexible, transparente y capaz de generar proyectos que ilusionen.
Para ello, quizá sea inevitable aceptar que los roles tradicionales se han desplazado y que, en este nuevo tablero, convencer para atraer es tan importante como exigir para crecer.
Puntos clave
- José Elías observa un cambio radical en las entrevistas laborales: ahora los candidatos preguntan sobre condiciones antes de aceptar.
- “Tienes que convencer a la gente para que venga a trabajar”, asegura el empresario.
- El nuevo escenario obliga a las empresas a ofrecer mejores condiciones laborales y más flexibilidad.
- En España, el desempleo estructural convive con sectores que no encuentran mano de obra cualificada.