Cómo evitar llamadas del SEPE sin poner en riesgo la prestación por desempleo

La presión administrativa sobre los beneficiarios del paro en España ha llevado a muchos ciudadanos a buscar fórmulas legales para reducir el contacto directo con el organismo sin comprometer su derecho a percibir ayudas económicas

Jaume Esteve

Periodista especializado en economía

Actualizado a

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Recibir una llamada del SEPE mientras se cobra el paro es una experiencia habitual para miles de personas en España. El organismo público tiene la obligación de supervisar que los beneficiarios de prestaciones cumplan con sus compromisos: desde buscar empleo hasta aceptar ofertas y participar en formaciones. No obstante, muchos ciudadanos buscan estrategias para reducir esa interacción sin incurrir en irregularidades que puedan suponer la pérdida de su prestación. En este contexto, conocer cómo actuar de forma preventiva y respetuosa con las normas puede marcar la diferencia.

Derechos y deberes: el punto de partida

Todo comienza por conocer bien el marco normativo. Mientras se recibe una ayuda por desempleo, el beneficiario se compromete a cumplir una serie de obligaciones recogidas en la legislación laboral española. Las principales son:

  • Buscar activamente empleo, pudiendo ser requerido a demostrarlo.
  • Aceptar ofertas laborales adecuadas a su perfil, experiencia y situación personal.
  • Participar en cursos y programas de formación, especialmente los ofertados o indicados por el SEPE.

No atender adecuadamente estos deberes puede traducirse en sanciones, que van desde advertencias hasta la suspensión del subsidio. De ahí que mantener una actitud diligente, sin renunciar a cierta capacidad de gestión del contacto con la administración, resulte clave.

Claves para reducir la frecuencia de llamadas

Existen prácticas perfectamente legales que pueden ayudar a minimizar el número de comunicaciones telefónicas sin vulnerar ninguna norma. Algunas de las más eficaces se centran en la gestión del perfil personal en el sistema del SEPE.

Actualización del currículum y perfil laboral

Mantener un currículum actualizado y detallado en la base de datos del SEPE es esencial. Este debe reflejar con precisión la experiencia, habilidades y preferencias laborales. Indicar de forma clara los sectores profesionales de interés, las zonas geográficas disponibles para trabajar y las condiciones mínimas que uno puede aceptar evita ser contactado por ofertas incompatibles.

Esta claridad permite al SEPE ajustar mejor las ofertas y reduce las probabilidades de llamadas innecesarias o de entrevistas improcedentes. Además, se interpreta como una muestra de compromiso con el proceso de inserción laboral.

Inscribirse en cursos de formación del SEPE

Una vía eficaz para demostrar implicación y, al mismo tiempo, reducir el contacto con el organismo, es la participación activa en los cursos de formación profesional que ofrece. Al estar ya dentro de un itinerario formativo, el SEPE prioriza otros perfiles para ofertas de empleo, sabiendo que la persona beneficiaria ya está ocupada mejorando su empleabilidad.

Estos cursos, además, aportan beneficios complementarios: amplían las opciones de inserción, generan certificados útiles y evidencian la voluntad de reciclarse o adaptarse al mercado laboral.

Comunicación proactiva y ordenada

La relación con el SEPE no debe limitarse a recibir llamadas. Es recomendable establecer una comunicación clara, preferentemente por canales escritos como el correo electrónico, que permiten dejar constancia de cada gestión y reducir la necesidad de contacto telefónico.

Informar sobre cambios personales —como número de teléfono, dirección o correo electrónico—, responder con agilidad a solicitudes y pedir siempre confirmación por escrito de cualquier trámite realizado refuerza una relación ordenada con la administración. Asimismo, utilizar un calendario de obligaciones (renovación de demanda, fechas de formación, citas) ayuda a evitar olvidos que suelen dar lugar a llamadas de recordatorio o, en su defecto, a sanciones.

Rechazar ofertas del SEPE: cuándo y cómo

No todas las ofertas de empleo son obligatorias de aceptar. La normativa contempla ciertos supuestos en los que es legítimo rechazar una propuesta sin que eso afecte a la prestación. Sin embargo, debe justificarse correctamente.

Entre los motivos válidos para rechazar una oferta, se encuentran:

  • Inadecuación del perfil: si el empleo propuesto no se ajusta a la formación, experiencia o competencias del demandante.
  • Desplazamiento excesivo: si el lugar de trabajo supone un trayecto irrazonable, tanto por distancia como por tiempo.
  • Condiciones laborales precarias: salarios por debajo del convenio, horarios abusivos o funciones inseguras son motivos aceptables de rechazo.

Cuando se rechaza una oferta, es esencial documentar adecuadamente la razón. Puede ser a través de informes médicos, certificados de formación en curso, documentación profesional o incluso alegaciones personales firmadas. Dejar rastro de todo ello en las comunicaciones evita malentendidos y protege al solicitante ante futuras revisiones.

Reducir el número de llamadas del SEPE mientras se cobra el paro es posible, siempre que se haga de forma responsable, proactiva y dentro de la legalidad. Lejos de suponer un intento de eludir controles, este enfoque busca optimizar la relación con la administración y demostrar, de forma tangible, la voluntad real de reincorporarse al mercado laboral.

Puntos clave

  • Conocer tus obligaciones y derechos como beneficiario del paro es esencial para evitar conflictos con el SEPE.
  • Actualizar tu perfil laboral y participar en formaciones reduce significativamente las llamadas del organismo.
  • Gestionar la comunicación de forma escrita y ordenada minimiza errores y malentendidos.
  • Rechazar ofertas inadecuadas de forma justificada y documentada protege tu prestación sin incurrir en sanciones.