La digitalización de los medios de pago avanza a un ritmo imparable, con tarjetas, aplicaciones móviles y relojes inteligentes desplazando al efectivo en la mayoría de transacciones cotidianas. Sin embargo, situaciones como el apagón nacional del pasado 28 de abril recuerdan que el dinero físico sigue siendo un recurso imprescindibleen determinados contextos.
Cuando los datáfonos dejan de funcionar y las aplicaciones bancarias colapsan, disponer de billetes en la cartera —o en casa— puede marcar la diferencia entre poder adquirir productos básicos o quedar incomunicado. Los ciudadanos se plantean si es legal guardar dinero en casa y, de ser así, cuánto se puede almacenar sin incurrir en infracciones.
La respuesta corta es que en España no existe un límite legal para la cantidad de efectivo que una persona puede conservar en su domicilio. Así lo recoge la normativa tributaria vigente: tener efectivo no está prohibido, siempre que su origen sea lícito y se pueda justificar en caso de ser requerido por Hacienda.
El efectivo como herramienta de emergencia
La Agencia Tributaria no impone restricciones a la tenencia de efectivo en el ámbito doméstico. De hecho, en su web oficial se aclara que lo relevante no es tanto la posesión en sí como el cumplimiento de las obligaciones fiscales relacionadas con dicho dinero. Es decir, debe haber sido declarado, si procede, y contar con documentación que acredite su procedencia.
A efectos prácticos, esto significa que una persona puede conservar en casa el importe que considere oportuno, ya sea como colchón de emergencia, ahorro preventivo o reserva operativa ante fallos del sistema financiero. No obstante, esta libertad tiene sus matices, especialmente cuando se trata de movimientos o transacciones que impliquen cantidades elevadas.
¿Cuándo debe declararse el efectivo?
Aunque no existe un umbral legal para tener efectivo en casa, sí lo hay para moverlo o utilizarlo en determinadas situaciones:
- Pagos en efectivo: la Ley 11/2021 de lucha contra el fraude fiscal establece que no se puede pagar en efectivo más de 1.000 euros si una de las partes es empresario o profesional. En caso de que ambas sean particulares, el límite asciende a 10.000 euros. Cualquier operación que supere estos importes debe realizarse mediante transferencia, tarjeta o cheque nominativo.
- Transporte transfronterizo de efectivo: si se entra o se sale de España con 10.000 euros o más en metálico, es obligatorio presentar una declaración (modelo S1) ante la Agencia Tributaria. No hacerlo constituye una infracción grave, con sanciones que pueden llegar al 50% del valor transportado.
Un hombre usa un cajero automático
Eduardo Parra / Europa Press
¿Qué riesgos conlleva guardar grandes cantidades?
Más allá de lo legal, existen razones prácticas y económicas por las que guardar mucho dinero en efectivo en casa puede no ser recomendable. Entre ellas destacan:
- Riesgo de robo o pérdida: el dinero no asegurado fuera del circuito bancario está completamente desprotegido ante hurtos o extravíos.
- Inflación: el efectivo pierde valor con el paso del tiempo. Guardar grandes cantidades sin rendimiento implica una merma directa en poder adquisitivo.
- Falta de rentabilidad: a diferencia de otros instrumentos financieros (cuentas remuneradas, depósitos, fondos), el efectivo no genera intereses.
- Complicaciones fiscales: si en algún momento se desea reingresar ese dinero al banco, Hacienda podría exigir pruebas de su origen. Sin documentos que lo respalden, podría considerarse un incremento patrimonial no justificado.
Cómo actuar ante una emergencia
Dicho esto, sí resulta aconsejable —como recuerda Protección Civil— tener una pequeña reserva de efectivo accesible en caso de catástrofes, apagones o fallos del sistema bancario. Este fondo debe ser proporcional a las necesidades básicas, suficiente para cubrir gastos urgentes durante uno o dos días (alimentación, transporte, medicinas).
Desde un punto de vista legal y práctico, esta cantidad podría oscilar entre 100 y 500 euros, según el perfil de cada hogar. No obstante, en ningún caso se recomienda hacer retiradas masivas o almacenar miles de euros sin declarar, ya que eso podría despertar alertas por parte de la Agencia Tributaria.
Qué hacer si se tiene una gran cantidad
Si una persona dispone de una suma importante de dinero en efectivo, la mejor opción es integrarlo en el sistema financiero o, en su defecto, declararlo adecuadamente en la próxima declaración de la Renta, en función de su origen (rendimientos del trabajo, herencias, rentas del capital, etc.).
La Ley General Tributaria establece que los contribuyentes deben poder demostrar la licitud de su patrimonio. En caso de que se detecten indicios de ocultación de ingresos o fraude, Hacienda podría iniciar procedimientos sancionadores.
Puntos clave
- No existe un límite legal en España para guardar dinero en casa, pero debe tener origen lícito y estar justificado ante Hacienda si se solicita.
- Los pagos en efectivo están limitados a 1.000 euros entre profesionales y a 10.000 euros entre particulares.
- Las retiradas o ingresos superiores a 1.000 euros son notificadas por los bancos a Hacienda.
- Transportar 10.000 euros o más dentro o fuera del país requiere declaración previa.
- Se recomienda tener una pequeña reserva en casa para emergencias, pero evitar acumular grandes sumas.