La Banca de España desvela qué sectores reciben más inversión extranjera y qué riesgos conlleva

El regulador analiza el impacto de la propiedad internacional en el tejido productivo español y alerta sobre posibles efectos macroeconómicos adversos

2020 05 21 13:50:10 023
Ada Sanuy

Coordinadora editorial

Actualizado a

Banco de España

Fachada del edificio del Banco de España situada en la confluencia del Paseo del Prado y la madrileña calle de Alcalá.

Eduardo Parra / Europa Press

En un escenario económico global marcado por crecientes tensiones geopolíticas, guerras comerciales y reconfiguraciones de alianzas estratégicas, España parece contar con un cierto escudo protector frente a posibles impactos negativos. Así lo concluye el Banco de España en un informe reciente que evalúa el perfil de la inversión extranjera directa (IED) en el país y su vinculación con riesgos geopolíticos.

Según el estudio, la composición geográfica de la IED recibida por España contribuye a limitar la vulnerabilidad del país frente a episodios de inestabilidad internacional. Este blindaje no es casual: responde al origen diversificado y relativamente seguro de los flujos de inversión que ha captado el país en las últimas décadas.

Un stock de inversión elevado y estable

Una de las principales conclusiones del informe es que España ha mantenido, de forma constante, niveles de inversión extranjera directa superiores a los de sus homólogos europeos. En concreto, la IED ha representado en las últimas dos décadas una media del 2,3% del PIB, un dato que prácticamente duplica al de las principales economías de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

Este flujo sostenido ha contribuido al aumento progresivo del stock de inversión extranjera directa, que en 2023 y 2024 alcanzó el 60% del PIB, siete puntos porcentuales más que en 2019. En comparación, los principales países de la eurozona mantienen ratios considerablemente más bajos.

El análisis también destaca que esta inversión se distribuye de forma significativa entre actividades económicas no estratégicas y regiones geopolíticamente estables, lo cual reduce el riesgo sistémico en caso de tensiones internacionales.

Diversificación geográfica: la clave del blindaje

La clave de esta solidez no reside únicamente en el volumen, sino también en la composición geográfica del capital recibido. Los datos del Banco de España señalan que la mayor parte de la inversión procede de países europeos, con una presencia contenida de regiones expuestas a conflictos o volatilidades políticas.

Gráfico

Indicador de vulnerabilidad geopolítica de la IED calculado multiplicando el peso de cada país emisor en los stocks de IED por la distancia geopolítica con respecto al país receptor. La distancia geopolítica se basa en Bailey, Strezhnev y Voeten (2017).

Banco de España

Por ejemplo, Estados Unidos representa únicamente el 14% del total de IED, una proporción que, aunque significativa, es menor que la observada en otras economías del entorno. Este dato adquiere especial relevancia en un contexto en el que la potencia americana intensifica su disputa comercial con potencias como China o reconfigura alianzas en función de su estrategia de seguridad nacional.

El informe constata que esta distribución contribuye a que la exposición global de España a riesgos geopolíticos sea "relativamente reducida". Esta conclusión es especialmente relevante si se tiene en cuenta que algunas potencias europeas, como Francia y Alemania, mantienen una mayor concentración de IED procedente de regiones con tensiones latentes o abiertas.

Menor riesgo en sectores estratégicos y financieros

El Banco de España va más allá de la mera distribución geográfica y analiza también el impacto de la IED en distintos sectores. El estudio concluye que la exposición a riesgos geopolíticos se ha reducido más intensamente en España que en Francia y Alemania, especialmente en sectores de carácter estratégico y en servicios financieros.

Este dato no es menor, dado que se trata de dos ámbitos especialmente sensibles ante episodios de inestabilidad internacional. Una guerra, un embargo o una crisis diplomática pueden tener efectos desproporcionados sobre industrias clave como la energía, las infraestructuras o la banca. La menor dependencia de inversión foránea en estos sectores convierte a España en un país más resiliente ante este tipo de shocks externos.

La advertencia del Banco de España: incertidumbre global creciente

Pese a este escenario relativamente favorable, el organismo supervisor no baja la guardia. En el mismo informe, advierte de que el actual contexto internacional presenta una "extraordinaria incertidumbre" acerca de la estabilidad de las alineaciones geopolíticas tradicionales. En otras palabras, lo que hasta hace poco se consideraba como alianzas estables puede estar sujeto a cambios abruptos, motivados por decisiones políticas, conflictos o transformaciones económicas.

El Banco de España destaca la necesidad de continuar monitorizando el origen y la evolución de los flujos de inversión directa, y recomienda seguir diversificando las fuentes y sectores receptores para evitar dependencias excesivas. Aunque hoy la situación es estable, el entorno puede cambiar rápidamente.

Implicaciones para la política económica y empresarial

Más allá del análisis macroeconómico, el informe ofrece claves para la toma de decisiones tanto desde el sector público como desde las empresas. Por un lado, el diseño de políticas de atracción de inversiones debe tener en cuenta no solo el volumen sino también el origen y la calidad de las mismas. Por otro, las compañías españolas deben considerar la diversificación geográfica y sectorial de sus socios internacionales como un factor de estabilidad a largo plazo.

Además, el hecho de que España presente un nivel de exposición relativamente bajo puede ser un factor atractivo para inversores institucionales en busca de mercados seguros, especialmente en momentos de alta tensión internacional.

Una fortaleza estratégica a conservar

El informe del Banco de España pone de relieve un aspecto poco comentado de la economía española: su robustez frente a los vaivenes de la geopolítica internacional gracias a la composición de su inversión extranjera directa. Esta realidad no solo refuerza la percepción de estabilidad del país, sino que le otorga una ventaja comparativa en un mundo cada vez más incierto.

Conservar esta fortaleza requerirá seguir apostando por un modelo de inversión basado en la transparencia, la seguridad jurídica y la diversificación, tres factores que, combinados, posicionan a España como un destino atractivo y fiable en el tablero económico global.

Puntos clave

  • El 47 % del capital de las empresas no financieras españolas está en manos extranjeras, según datos del Banco de España.
  • La inversión foránea se concentra en sectores estratégicos como energía, telecomunicaciones o banca.
  • El regulador advierte de posibles riesgos macroeconómicos si se reducen los beneficios o aumentan las tensiones geopolíticas.
  • España destaca en la UE por su alta exposición al capital exterior, especialmente en empresas de gran tamaño.