Pese a los buenos indicadores macroeconómicos, el economista y colaborador de Líder Actual, Gonzalo Bernardos reconoce que muchas familias españolas siguen sin percibir una mejora real en su calidad de vida. En una extensa conversación en el podcast Inversión inteligente, el también profesor universitario ha desgranado su visión sobre el momento actual de la economía, las oportunidades de inversión y los errores que deben evitar tanto los pequeños ahorradores como los grandes inversores.
Según Bernardos, la economía española vive una etapa excepcional. Le da una nota de “nueve sobre diez” gracias a factores como el auge del turismo, el dinamismo del empleo y la llegada de inmigrantes con alta capacidad de trabajo. También destaca la mejora en productividad derivada del impulso a servicios de alto valor añadido, como la consultoría, la ingeniería o las finanzas. A su juicio, “la diosa fortuna nos visita cada día”.
No obstante, reconoce que este crecimiento no se traduce por igual para toda la población. “Entiendo que las familias estén mal, sobre todo si lo comparo con 2007”, afirma. La concatenación de la crisis financiera, la pandemia y la inflación derivada de la guerra en Ucrania han dejado huella. La pérdida de poder adquisitivo acumulada entre 2008 y 2021, sumada al encarecimiento de la cesta de la compra, todavía lastra la percepción ciudadana.
La vivienda, activo estrella... pero con advertencias
Bernardos dedica buena parte de su análisis al mercado inmobiliario. Para él, “comprar vivienda sigue siendo una buena inversión”, aunque insiste en que no cualquier compra es acertada. Recuerda que el gran error es perseguir zonas de moda, en lugar de apostar por ubicaciones prometedoras a largo plazo. Asegura que los precios seguirán subiendo, tanto en obra nueva como en segunda mano, ante la presión de la demanda embalsada, especialmente entre los jóvenes que no pudieron comprar entre 2007 y 2023.
Aun así, advierte que ningún activo sube siempre. “Todos los activos suben y bajan”, afirma con rotundidad. Y aunque su confianza en el sector residencial es alta, recuerda que factores externos pueden cambiar las tornas, como ocurrió en Portugal en 2010, cuando la austeridad impuesta desde Europa arruinó muchas expectativas de inversión.
Renta fija, renta variable y largo plazo
Más allá del “ladrillo”, Bernardos defiende una estrategia diversificada que combine renta fija y renta variable, especialmente cuando se invierte pensando a largo plazo. Asegura que el momento actual es interesante para la renta fija europea, por las bajadas previstas en los tipos de interés. En Estados Unidos, sin embargo, recomienda esperar. A su juicio, las políticas de Donald Trump están llevando a la economía norteamericana hacia la recesión, lo que puede crear oportunidades más adelante, especialmente en bonos a largo plazo.
Sobre renta variable, subraya la importancia de invertir en sectores con potencial. Cita dos ámbitos clave: la inteligencia artificial y la medicina personalizada. Reconoce que ha llegado tarde al boom de la IA, pero busca compañías aún infravaloradas en ese entorno. En el caso de la biotecnología y la medicina, augura grandes avances que repercutirán también en el ámbito bursátil.
La regla de oro de Bernardos es clara: solo debe invertirse el dinero que no se necesita a corto plazo.
Su estilo de inversión se basa en detectar activos baratos o infravalorados y fijarse, ante todo, en el riesgo. “Los jóvenes miran solo la rentabilidad, pero hay que mirar también el riesgo”, señala. A la hora de invertir, recomienda siempre establecer un umbral de pérdida aceptable y definir un precio de venta orientativo.
Contra los gurús de internet y los atajos
Bernardos es muy crítico con los vendedores de fórmulas mágicas. Advierte de los cursos exprés y los supuestos expertos en redes sociales que prometen riqueza fácil. “Lo mínimo que perderás será el precio del curso, y lo máximo, tus ahorros”, sentencia. En su opinión, la única manera de ganar con cierta consistencia es tener conocimientos, estrategia y mucha prudencia.
Recuerda que incluso grandes inversores como Warren Buffett reconocen errores, y que la clave está en el balance final. Él mismo admite que en 2015 no supo anticipar el auge de las plataformas digitales como Airbnb o Netflix. Sin embargo, relativiza los errores si detrás hay una estrategia sensata: “Si compras un buen activo y te equivocas en el momento, puedes reconvertirte en inversor a largo plazo y acabar ganando”.
El consejo clave: solo invierte lo que no necesites
La regla de oro de Bernardos es clara: solo debe invertirse el dinero que no se necesita a corto plazo. “Si lo necesitas, mejor no lo inviertas. Ponlo en un fondo monetario y listo”, recomienda. Esta idea atraviesa todo su discurso, alejado del cortoplacismo y del perfil especulativo. Invertir no es jugar, insiste, y quien lo entienda así debe rodearse de asesores profesionales y evitar decisiones impulsivas.
En su opinión, una de las diferencias estructurales entre clases sociales está en la humildad para delegar. “La burguesía sabe lo que sabe y lo que no sabe, y se asesora. La clase media y obrera cree que con sentido común ya basta”. Esta creencia, según él, está detrás de muchas pérdidas innecesarias.
Puntos clave
- Gonzalo Bernardos denuncia el empeoramiento del nivel de vida de las familias españolas en comparación con 2007, pese al crecimiento económico reciente.
- Critica que el PIB crezca a costa de salarios bajos y condiciones laborales precarias, especialmente entre los jóvenes.
- Defiende una política económica expansiva que priorice la inversión pública en vivienda social, educación y sanidad.
- Apuesta por reformar el sistema fiscal para que “paguen más los que más tienen” y garantizar un Estado del Bienestar más justo y eficiente.