Qué ocurre con una cuenta bancaria compartida cuando fallece uno de los titulares

Aunque suelen usarse para facilitar la gestión económica en pareja o familia, los depósitos conjuntos pueden implicar restricciones legales si uno de los cotitulares muere y hay herederos implicados en la sucesión

Jaume Esteve

Periodista especializado en economía

Actualizado a

Cuenta bancaria

Cuando fallece uno de los titulares, lo primero que hay que hacer es comunicarlo a la entidad financiera.

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Las cuentas bancarias compartidas son una fórmula habitual en la gestión de las finanzas domésticas. Parejas, matrimonios o convivientes las utilizan para cubrir gastos comunes, ingresos del hogar o simplemente para organizar pagos. Sin embargo, ante el fallecimiento de uno de los titulares del depósito, surgen preguntas fundamentales: ¿Qué pasa con el dinero? ¿Puede el cotitular seguir usando el saldo? ¿Debe intervenir un notario? La normativa bancaria establece reglas precisas para estos casos.

Aunque en el lenguaje cotidiano se habla de "titular" y "cotitular" como si fueran figuras distintas, en términos legales ambos comparten idénticos derechos y obligaciones sobre la cuenta. Es decir, cualquiera de los cotitulares puede operar el depósito de forma independiente: realizar ingresos, retirar fondos o emitir pagos. Pero esta operativa libre cambia automáticamente en el momento en que uno de los dos fallece.

Qué sucede tras el fallecimiento de un cotitular

Cuando una de las personas que figura como cotitular en una cuenta bancaria muere, la entidad financiera debe ser notificada oficialmente. Este es el primer paso, y requiere la presentación del certificado de defunción. A partir de esa comunicación, el banco pone en marcha un protocolo que, en la mayoría de casos, implica la inmovilización temporal de los fondos hasta que se resuelva la herencia.

Las principales consecuencias inmediatas son:

  • El banco puede bloquear el acceso al dinero de la cuenta compartida.
  • El cotitular sobreviviente no puede retirar ni transferir fondos libremente.
  • Es necesario identificar a los herederos legales y esperar la apertura del testamento.
  • El desbloqueo total requiere el consentimiento expreso de todos los herederos reconocidos.

Por tanto, el simple hecho de aparecer como cotitular en una cuenta no garantiza el acceso automático a todo el dinero si el otro fallece. Incluso en relaciones de pareja, si no existe matrimonio legalizado o testamento que indique lo contrario, el saldo podría pasar parcialmente a los herederos del difunto.

¿Bloqueo automático del banco?

No en todos los casos el banco bloquea la cuenta. De hecho, muchas entidades permiten un margen de operativa al cotitular vivo mientras se presenta la documentación correspondiente. Pero si existe alguna reclamación de herederos o si el testamento introduce condiciones específicas, el banco sí está facultado para congelar los fondos hasta que se resuelva la sucesión.

El resultado depende de varios factores:

  • Existencia de testamento: si hay disposiciones sobre el destino del dinero, deben respetarse.
  • Presencia de otros herederos: pueden reclamar su parte, aunque no sean cotitulares.
  • Documentación presentada: el banco exigirá acreditar la situación legal del saldo.

Cómo desbloquear los fondos y continuar operando

Una vez iniciado el proceso de sucesión, el cotitular que sigue con vida podrá volver a operar la cuenta, pero debe completar ciertos trámites exigidos por la entidad financiera. Esto incluye:

  • Certificado de defunción del otro titular.
  • Copia del testamento o, si no lo hay, declaración de herederos.
  • Documento que acredite la aceptación de la herencia o consentimiento de los beneficiarios.

Una vez presentada la documentación y validada por el banco, se podrá realizar el cambio de titularidad y eliminar al fallecido como cotitular. A partir de ese momento, el nuevo titular (ya en solitario) podrá utilizar la cuenta con normalidad o decidir cerrarla.

Situaciones que pueden complicar el proceso

Aunque, en principio, la muerte de un titular no debería afectar gravemente el uso del depósito conjunto, en la práctica pueden aparecer obstáculos. Las situaciones más complejas suelen producirse cuando:

  • No existe testamento y se abre un proceso judicial de declaración de herederos.
  • Hay varios herederos en conflicto sobre el reparto del dinero.
  • El cotitular vivo no es heredero legal (por ejemplo, una pareja de hecho sin registrar).
  • El fallecido tenía deudas o embargos que podrían afectar a la masa hereditaria, incluida la cuenta compartida.

Por ello, es recomendable anticiparse y planificar bien la titularidad de las cuentas bancarias. Establecer cláusulas claras en el testamento, definir beneficiarios o utilizar productos financieros específicos con designación directa de beneficiarios puede simplificar mucho el acceso posterior al dinero.

Pasos para gestionar una cuenta conjunta tras un fallecimiento

1. Notificar al banco el fallecimiento: Presentar el certificado correspondiente.

2. Esperar la apertura del testamento o declaración de herederos: El banco congelará los fondos hasta ese momento.

3. Reunir documentación: Testamento, certificados, declaración de herederos, aceptación de la herencia, etc.

4. Solicitar el cambio de titularidad o disposición de los fondos: Cuando el proceso legal se complete.

5. Operar la cuenta con normalidad o cerrarla: El cotitular sobreviviente puede decidir cómo gestionar el depósito en adelante.

La importancia de anticiparse legalmente

Las cuentas bancarias compartidas ofrecen comodidad en vida, pero su gestión tras la muerte de un titular puede complicarse si no se ha previsto legalmente la situación. Aunque el cotitular suele compartir derechos sobre el dinero, su acceso no está garantizado sin una correcta planificación sucesoria. Conocer los procedimientos y actuar con previsión es fundamental para evitar bloqueos innecesarios y asegurar la continuidad financiera en momentos delicados.

Puntos clave

  • Notificación obligatoria: Tras la muerte de un cotitular, es necesario informar al banco y presentar el certificado de defunción.
  • Bloqueo temporal de fondos: Las entidades pueden inmovilizar el dinero hasta conocer a los herederos legales.
  • Acceso condicionado: El cotitular vivo solo podrá operar tras entregar la documentación sucesoria exigida.
  • Prevención jurídica: Testamentos claros y planificación legal evitan conflictos y agilizan el proceso de acceso a las cuentas compartidas.