El primer trimestre de 2025 no ha comenzado con buen pie para una parte importante del colectivo de autónomos. Según los últimos datos del Barómetro ATA, el 40,9% de los autónomos afirma que su facturación ha caído respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata de un aumento de 11 puntos porcentuales en comparación con el primer trimestre de 2024, cuando este porcentaje se situaba en el 29,6%.
Frente a este retroceso, un 55,3% señala que su facturación se ha mantenido o incluso ha mejorado, lo que refleja una fuerte polarización en el tejido autónomo español. Solo un 30,5% considera que su negocio ha crecido en los primeros tres meses del año.
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha subrayado que "las perspectivas actuales son peores que las del año pasado", señalando como principales causas la incertidumbre económica, la subida de cotizaciones y el exceso de regulación. En su opinión, todo ello "hace cada vez más difícil el mantenimiento de la actividad para muchos autónomos".
Aumentan los gastos para la mayoría
Además de la caída de ingresos, los autónomos están viendo cómo sus costes siguen creciendo por eso deben mirar también todo lo relacionado con la Renta de este año y las novedades que hay. El 79,7% ha registrado un incremento en sus gastos, un porcentaje todavía superior al de diciembre de 2024. De ellos, más de uno de cada cinco (22,6%) asegura que el aumento ha superado el 16%.
Solo un 3,8% ha logrado reducir sus costes, mientras que un 15,9% los ha mantenido estables. Ante esta situación, el 67,9% ha tenido que repercutir los costes en sus precios, aunque un 29,1% ha decidido mantenerlos, asumiendo la subida por su cuenta. Mirando a los próximos meses, un 43,2% prevé tener que subir los precios si la situación no cambia, mientras que un 36,4% espera no verse obligado a hacerlo.
Previsiones de crecimiento y empleo, sin grandes expectativas
Las expectativas a medio plazo tampoco invitan al optimismo. Solo un 17,5% de los autónomos cree que su negocio crecerá este año, una cifra que refleja una pérdida de confianza respecto a barómetros anteriores. Por su parte, el 28,4% teme que su actividad empeore, y el 41,5% espera mantenerse como está.
En términos de empleo, el informe revela que el 59,2% de los autónomos cuenta con trabajadores asalariados, aunque el 60,8% de ellos no está buscando contratar en este momento. Entre quienes sí lo hacen, el 18% admite que no logra encontrar personal adecuado y el 15,8% señala dificultades para contratar. Solo un 5,5% dice haber podido contratar sin problemas. De cara al futuro inmediato, un 17,7% tiene previsto aumentar su plantilla, mientras que el 66% espera mantenerla y un 5,4% teme tener que reducirla.
El 74% ve la situación económica española como negativa
La percepción general sobre la economía española es, en su mayoría, negativa. Tres de cada cuatro autónomos (74,3%) califican la situación como negativa o muy negativa, frente a apenas un 20,9% que la consideran buena. Solo un 2,1% se muestra claramente optimista. En cuanto a financiación, un 31,6% ha acudido a entidades bancarias para solicitar apoyo, mientras que la morosidad afecta ya al 43,9% del colectivo, consolidándose como uno de los principales problemas estructurales.
Además, el 93% denuncia un aumento de las cargas administrativas en los últimos tres años, un dato que refuerza el sentimiento generalizado de sobrecarga burocrática. Y pese a los fondos europeos disponibles, el 58,9% asegura no haber accedido a ninguna ayuda comunitaria, frente al 37,7% que sí ha podido beneficiarse de ellas.
Los autónomos necesitan seguridad
Vicente Ferrio, mentor de emprendedores y fundador de Sincroniza tu Talento y y autor del libro Crea tu Plan B, advierte que son varios los factores económicos y regulatorios que están estrangulando la capacidad de desarrollo de este colectivo. Entre ellos, destaca una inflación silenciosa que merma el poder adquisitivo, el aumento constante de los costes fijos y una burocracia que, según afirma, apenas ha evolucionado con el paso del tiempo. Esta combinación hace que muchos profesionales por cuenta propia vivan “con el agua al cuello”, atrapados en una estructura que penaliza más que impulsa.
A esta situación se suma, según Ferrio, una falta de visión estratégica en las políticas públicas. En su opinión, el problema no se reduce a la carga impositiva, sino a un entorno repleto de obstáculos que impiden crecer con libertad. “No se trata solo de pagar menos impuestos, sino de que te dejen avanzar sin trabas en cada paso”, señala.
Chica utilizando ordenador portatil.
Como posibles soluciones, Ferrio aboga por una reforma profunda del sistema. Propone, por un lado, una cotización que se ajuste de forma realista a los ingresos netos del autónomo, y no a estimaciones arbitrarias. Por otro, insiste en la necesidad de una simplificación administrativa radical, que libere tiempo y energía para que los profesionales puedan centrarse en lo que realmente aporta valor. “Menos fricción, más impulso”, resume.
Luis Marchal, periodista freelance, declara que los autónomos en España tienen bastantes desafíos, ya que el tema de la facturación a veces es un poco complicado y tienen que lidiar con temas burocráticos que les hacen perder tiempo. Reconoce que “la digitalización ha ayudado”, pero señala que “el nuevo sistema de factura digital genera mucho nerviosismo entre los autónomos porque no se entiende bien”.
Asimismo, Marchal afirma que están recibiendo presiones por parte de empresas que desarrollan software de facturación digital y que su compra les generaría más costes, cuando considera que una solución pública debería evitar estos costes adicionales, ya que la cuota de autónomos ya es una carga importante. Explica que el sistema actual establece que se paga según la facturación, pero se ha implementado un método que obliga a adelantar dinero para poder calcular la facturación correcta del año siguiente y luego compensar.
Subraya que uno de los principales retos es que se pueda pagar la cuota de autónomos en porcentaje a lo que realmente se factura, y no en base a una previsión. Además, reivindica una pensión digna a futuro, ya que actualmente pagan mucho y la pensión no está tan clara como debería. En definitiva, Marchal insiste en que necesitan seguridad, algo que considera que no tienen ahora mismo, y que “lo ideal sería pagar la cuota de autónomos en base real a sus ingresos”.
Por su parte, Patricia Ramos, CEO de Adiria, una agencia de comunicación especializada en posicionar a marcas B2B, asegura que para ella el principal problema de España es la falta de previsibilidad. "Nos cambian las normas con tanta frecuencia que no sabemos calcular cuánto tenemos que ingresar para ser rentables. Por ejemplo, lo de los tramos de autónomos son profundamente injustos porque pagamos en base a lo que pensamos que vamos a facturar, no a lo facturado. Yo, por ejemplo, soy optimista este año y ahora me toca corregirlo, cosa que no está siendo nada sencillo. De entrada, pago de más y si luego tengo suerte ya me devolverán algo en la Renta".
Por otro lado, asegura que no les dan ninguna ayuda para contratar a no ser que sean perfiles muy junior o muy senior y "son tan complicadas de solicitar que muchos ni las pedimos". En general, "el sistema español está pensado para trabajar por cuenta ajena", sostiene. Además, en España hay dos problemas muy comunes: "se nos paga muy tarde (a veces a más de 90 días) y está extendido el rumor de que no vale ir a juicio por facturas de menos de tres mil euros, por lo que muchas empresas directamente nos dejan deudas sabiendo que un autónomo no va a ir a juicio por una cantidad tan pequeña". Desde mi punto de vista, "la Administración debería ayudarnos a solventar estos dos problemas diarios".
Ramos afirma que ha vivido muchos años en Reino Unido y que el sistema de self assessment le parece mucho más justo. Explica que, en primer lugar, no hay pagos trimestrales, sino que se hacen en abril del año siguiente, momento en el que ya se deben haber cobrado todas las facturas del año anterior. Señala que allí se pagan impuestos según lo facturado y cobrado, a diferencia de España, donde tiene que adelantar el IVA de facturas que quizás no llega a cobrar. Añade que no existen previsiones ni tramos, sino que se paga en base a lo que se ha cobrado.
Comenta que tampoco hay cuotas de autónomos, sino que se pagan contribuciones en función de los beneficios, de manera que, si se factura poco, se pagan pocos impuestos, y si se factura mucho, se paga mucho (e incluso más que en España, según sus palabras). Destaca que el proceso es 100% digital y tan sencillo que no se necesita un contable, a menos que se tengan muchas facturas y poco tiempo. Finalmente, opina que se paga lo mismo (o quizás más) que, en España, pero al menos no se adelanta dinero y se basa en lo que realmente se gana.
Las autónomas resisten mejor la caída
Desde una perspectiva de género, el informe muestra que las mujeres autónomas han resistido mejor la caída de facturación. Mientras que el 43,2% de los hombres dice haber facturado menos, este porcentaje baja al 36,1% en el caso de las mujeres.
Asimismo, el 58,6% de las autónomas afirma haber mantenido o mejorado su negocio, frente al 53,8% de sus homólogos masculinos. Sin embargo, cuando se trata de crecimiento, el aumento de facturación es ligeramente menor entre las mujeres (21,2%) que entre los hombres (21,5%).
Ferrio, desde su experiencia como mentor, observa en muchas emprendedoras una capacidad especial para adaptarse, reinventarse y sacar adelante sus proyectos con recursos limitados. Explica que su enfoque suele ser más pragmático y menos centrado en el ego, priorizando la comunidad, el servicio y la constancia. Por ello, considera que las políticas de apoyo deberían incorporar esta perspectiva, apostando por redes de colaboración, medidas reales de conciliación y financiación con un enfoque más humano.
Pero la precariedad no es solo una cuestión de género ni de resiliencia individual. Para Ferrio, el gran desafío para cualquier autónomo es lograr sostenerse en el día a día sin perder de vista la visión a largo plazo. Subraya que la inestabilidad en los ingresos, el incremento de los gastos y una normativa rígida empujan a muchos a una lógica de supervivencia, donde es fácil caer en la trampa de “apagar fuegos” sin construir una base sólida. En su opinión, la clave está en desarrollar una estrategia clara que permita diferenciarse, atraer clientes y generar ingresos sostenibles en el tiempo.
Puntos clave
- Un 40,9% de los autónomos experimentó una caída en su facturación en el primer trimestre de 2025.
- La mayoría (79,7%) ha sufrido un aumento en sus gastos, lo que ha llevado a un 67,9% a repercutir estos costes en sus precios.
- Las expectativas de crecimiento y empleo son bajas, con solo un 17,5% de los autónomos esperando un crecimiento en su negocio este año.
- El 74,3% percibe la situación económica española como negativa, y la morosidad afecta ya al 43,9% del colectivo.
- Las mujeres autónomas han mostrado una mayor resistencia a la caída de la facturación en comparación con los hombres, aunque el crecimiento es menor.