La UE contraataca los aranceles de EEUU y lleva la disputa a la OMC

Bruselas responde al proteccionismo de Washington con una batería de represalias por valor de 100.000 millones y advierte de que no aceptará un acuerdo "a cualquier precio"

2020 05 21 13:50:10 023
Ada Sanuy

Coordinadora editorial

Actualizado a

Una bandera de la Unión Europea

Una bandera de la Unión Europea

EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

La Comisión Europea ha decidido pasar a la acción. Bruselas ha anunciado este jueves que denunciará ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre todas las importaciones extranjeras, incluidas las procedentes de la Unión Europea. La ofensiva comercial ha provocado una reacción contundente por parte del bloque comunitario, que ya prepara una segunda ronda de represalias por un valor estimado de 100.000 millones de euros.

La medida llega tras semanas de tensión en las que los contactos diplomáticos no han logrado frenar la escalada. Aunque la UE insiste en su voluntad de alcanzar una solución negociada, el comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, ha dejado claro que no se aceptará un acuerdo "a cualquier precio". Su mensaje ante el Parlamento Europeo fue directo: “No nos quedaremos de brazos cruzados ante esta ofensiva arancelaria”.

Aranceles indiscriminados y tensiones acumuladas

La raíz del conflicto está en la política comercial adoptada por la Administración Trump, que ha reactivado su estrategia proteccionista en un intento de blindar la industria estadounidense. En concreto, Estados Unidos mantiene en vigor aranceles del 20% sobre las importaciones europeas —rebajados temporalmente al 10%— y un 25% adicional sobre vehículos y componentes fabricados en la UE.

Bruselas, que inicialmente respondió con moderación, suspendió en abril una primera tanda de represalias como gesto de buena voluntad. Esta incluía aranceles del 25% sobre productos estadounidenses valorados en 21.000 millones de euros. Sin embargo, ante la falta de avances y el mantenimiento de las medidas por parte de Washington, la Comisión ha optado por reactivar la vía multilateral.

Según ha confirmado Europa Press, el primer paso será solicitar formalmente a la OMC la apertura de consultas con Estados Unidos. Aunque el proceso de demanda aún llevará “algunas semanas”, fuentes comunitarias subrayan que no esperarán a que expire la actual tregua para activar la ofensiva legal.

Una respuesta de amplio espectro

La propuesta de Bruselas incluye una nueva batería de medidas que abarcan un amplio abanico de productos estadounidenses. En total, se verían afectadas importaciones por un valor de 95.000 millones de euros, entre las que se incluyen bienes industriales y productos agrícolas. Además, se contempla la posibilidad de imponer restricciones a la exportación de productos europeos como chatarra y químicos, valorados en unos 4.400 millones.

Aunque por ahora los servicios digitales han quedado fuera de esta segunda ronda de contramedidas, la Comisión ha advertido que esta opción “sigue sobre la mesa” si la guerra comercial persiste.

La decisión de acudir a la OMC no implica un cierre al diálogo. De hecho, el Ejecutivo comunitario insiste en que su “prioridad” sigue siendo un acuerdo negociado con la Administración estadounidense. No obstante, deja claro que mantendrá su estrategia de firmeza frente a lo que considera una agresión comercial injustificada.

Impacto económico y político

El conflicto arancelario entre Estados Unidos y la UE amenaza con abrir un nuevo frente de incertidumbre en la economía global. Las represalias cruzadas podrían afectar gravemente a sectores clave, desde el automóvil hasta la agroindustria, y alterar las cadenas de suministro transatlánticas en un momento en que la recuperación económica aún muestra signos de fragilidad.

Bruselas ha evitado por ahora detallar el calendario exacto de aplicación de las medidas, pero insiste en que no se dejará presionar por plazos políticos o electorales. En paralelo, se mantiene el seguimiento técnico de los aranceles ya existentes, que afectan actualmente al 70% de las importaciones europeas.

Donald Trump

Trump suma otro 20% a los aranceles a China, que ya alcanzan el 145%

Gtres

El gesto de Bruselas también busca enviar un mensaje claro a otras potencias: la Unión no está dispuesta a ceder ante presiones unilaterales ni a renunciar a su capacidad de reacción en el terreno comercial. La formalización de la demanda ante la OMC refuerza su apuesta por el multilateralismo y por el respeto a las normas internacionales.

¿Vuelta al proteccionismo?

El regreso de los aranceles como herramienta de presión política revive los temores de una nueva ola de proteccionismo global. Durante su primer mandato, Trump ya impulsó medidas similares, y todo apunta a que su campaña electoral de 2025 volverá a poner el foco en la defensa de la industria estadounidense frente a la competencia extranjera.

La UE, por su parte, se enfrenta al reto de responder con firmeza sin dinamitar las relaciones económicas con su principal socio comercial. La experiencia de crisis anteriores ha demostrado que los conflictos arancelarios tienen costes difíciles de revertir, tanto en términos económicos como políticos.

Camino abierto, pero incierto

De momento, la Comisión mantiene abiertas todas las vías. El diálogo político sigue en marcha, pero ahora reforzado por una acción jurídica en el marco de la OMC. Mientras tanto, las empresas europeas —especialmente las más expuestas al mercado estadounidense— observan con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.

Con una posible segunda ronda de aranceles en marcha y una primera batería aún latente, la tensión transatlántica marca un punto de inflexión en la política comercial de la UE. Y aunque Bruselas insiste en que no busca una confrontación, también ha dejado claro que no permitirá que sus exportaciones sean penalizadas sin consecuencias.

Puntos clave

  • La UE denunciará ante la OMC los aranceles de Trump a las importaciones extranjeras, incluidas las europeas.
  • Bruselas prepara una segunda tanda de represalias por valor de 100.000 millones de euros.
  • El conflicto afecta a sectores industriales, agrícolas y químicos, pero los servicios digitales podrían sumarse si persiste la escalada.
  • La primera tanda de aranceles comunitarios está en suspenso, pero podría reactivarse si no hay acuerdo.
  • La Comisión Europea insiste en que seguirá buscando una solución negociada, pero descarta aceptar imposiciones.