Como norma general y, especialmente en momentos de crisis económica como el que se está atravesando a nivel global, se suele recomendar a los inversores que diversifiquen su portafolio. Una gran manera de lograrlo es a través de inversiones alternativas. Se trata de inversiones que no caben en las categorías tradicionales de acciones, bonos o efectivo. Pueden incluir una amplia gama de activos, como bienes inmuebles, materias primas, capital riesgo, fondos de cobertura, arte, objetos de colección o criptomonedas.
Estas inversiones suelen ser menos líquidas que las tradicionales, aunque pueden presumir de diversificación y mayor rentabilidad en comparación con otras formas de inversión más populares. Analistas del banco suizo UBS destacan de las inversiones alternativas que su incorporación a la cartera de inversiones puede “mejorar la rentabilidad, reducir la volatilidad y generar ingresos”.
Mayores riesgos que las inversiones tradicionales
Como toda inversión, las alternativas están también expuestas a riesgos. En este sentido, los analistas de JP Morgan lo tienen claro: la inversión en activos alternativos implica mayores riesgos que las inversiones tradicionales y solo es adecuada para inversores sofisticados. Además, desde la entidad bancaria recomiendan utilizar este tipo de inversiones como un medio de diversificación y no como un programa completo en sí mismas.
“No son eficientes desde el punto de vista fiscal y el inversor debe consultar a su asesor fiscal antes de invertir”, explican. “Las inversiones alternativas tienen comisiones más elevadas que las inversiones tradicionales y también pueden estar muy apalancadas y utilizar técnicas de inversión especulativas, lo que puede aumentar el potencial de pérdida o ganancia de la inversión. El valor de la inversión puede tanto bajar como subir y los inversores pueden recuperar menos de lo que invirtieron”, añaden desde la firma estadounidense.
La importancia de familiarizarse con el apalancamiento y la iliquidez
Para poder calibrar estos riesgos, según la empresa gestora de inversiones Pimco, es fundamental familiarizarse con el concepto de apalancamiento. El apalancamiento se refiere a la práctica de pedir dinero prestado para financiar una compra. Se trata de un procedimiento que puede aumentar el potencial de rentabilidad, pero también de volatilidad y pérdidas.
Otro concepto que hay que tener en cuenta es el de iliquidez, que es uno de los principales obstáculos a la hora de invertir en alternativas para el inversor medio. Por lo general, los activos que carecen de liquidez no pueden venderse durante un periodo prolongado sin un impacto potencialmente significativo en el precio, algo que sucede con muchas inversiones alternativas, como los inmuebles, las materias primas o el arte.
Una obra de Picasso es subastada en Sotheby's en una foto de archivo
Europa Press
Aprender a gestionar la volatilidad
Algunas estrategias de inversión alternativas ofrecen una protección adicional contra la volatilidad. Los futuros gestionados o managed futures son ejemplo de ello: se trata de un tipo de inversión donde una persona o entidad, como un gestor, toma las decisiones de negociación en los mercados de futuros en nombre de los inversores. Los futuros gestionados incluyen fondos de materias primas y fondos que replican el rendimiento de fondos de cobertura que operan en futuros gestionados, según Funds Society.
“Como inversión independiente, los futuros gestionados son relativamente volátiles. Sin embargo, esta volatilidad puede reducir el riesgo en un contexto de cartera más amplio, pero no en todas las circunstancias. Aunque los futuros gestionados tienden a funcionar bien en periodos prolongados de volatilidad, puede que no proporcionen suficiente mitigación del riesgo a la baja en momentos de volatilidad repentina y de corta duración”, explican desde Pimco.
La importancia de una buena gestión
En la misma línea que JP Morgan, Pimco hace hincapié en la necesidad de contar con una buena gestión de los activos. En el caso de las inversiones alternativas, a diferencia de las acciones, que son revisadas periódicamente por una amplia comunidad de analistas financieros que cuestionan y comprueban las valoraciones, no existe una fuente clara de “verdad” a la hora de determinar los valores de las inversiones no cotizadas o que no se negocian públicamente.
Por este motivo, la tarea de hacer una valoración precisa de las inversiones alternativas es mucho más compleja. Sin embargo, no todo son desventajas. “Los gestores de inversiones alternativas se nutren de un conjunto más amplio de inversiones potenciales, buscando oportunidades tanto en el mercado público como en el privado. Cada gestor introduce un elemento único que es preciso comprender antes de confiarles la navegación por una subclase de activos subyacentes o un mercado en nombre de los inversores”, opina Kirstin Kallergis Rowland, de JP Morgan.
Otros riesgos de las inversiones alternativas
Además de la volatilidad, la iliquidez, el apalancamiento, la dificultad de valoración y una posible mala gestión, Pimco considera destacables otros riesgos derivados de las inversiones alternativas:
- Riesgo de divisa: Surge de la variación del precio de una divisa en relación con otra.
- Riesgo sistémico: Posibilidad de que un acontecimiento a nivel de empresa desencadene una grave inestabilidad o colapse toda una industria o economía.
- Riesgo de contraparte: Riesgo para cada una de las partes de un contrato de que la contraparte no cumpla sus obligaciones contractuales.
- Riesgo normativo y jurídico: El riesgo de que un cambio en las leyes y reglamentos afecte materialmente a un valor, negocio, sector o mercado.
- Riesgo fiscal: El riesgo de que una autoridad fiscal recaude o imponga un impuesto.
- Riesgo operativo: El riesgo de que fallen los procesos o sistemas internos.
Teniendo todo esto en cuenta, los inversores que se animen, siempre a través de un asesor, a añadir inversiones alternativas a su portafolio tienen mucho que ganar, según JP Morgan: “No es que la tradicional «cartera 60/40» de acciones y bonos no tenga sus méritos, sino que la incorporación de alternativas puede proporcionar capas adicionales de resistencia, especialmente en tiempos de volatilidad del mercado y acceso a conjuntos de oportunidades más amplios”.
Invertir en energías renovables, una de las alternativas más populares
Europa Press
Puntos clave
- Las inversiones alternativas están expuestas a más riesgos que las inversiones tradicionales
- Apalancamiento, iliquidez, volatilidad, dificultad de valoración o posible mala gestión son algunos de ellos, según los expertos
- Se recomienda utilizarlas para diversificar el portafolio y no como inversión completa, siempre con la supervisión de un gestor
- Incorporar inversiones alternativas puede ofrecer capas adicionales de resistencia en tiempos de crisis, según JP Morgan