Donald Trump ha abierto un nuevo frente en su política económica y desata una guerra comercial al anunciar una batería de aranceles individualizados que afectarán a más de veinte países, entre los que se incluyen nuevos como Filipinas, Moldavia, Brunéi, Argelia, Iraq, Libia, Sri Lanka, Serbia, Bangladesh, Tailandia, Camboya, Myanmar, Laos y Brasil, además de otros que ya enfrentaban gravámenes, como Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán, Túnez, Sudáfrica, Bosnia-Herzegovina e Indonesia.
Los nuevos aranceles entrarán en vigor el 1 de agosto de 2025, sin posibilidad de prórroga, y se presentan como una ofensiva comercial destinada a “proteger la economía nacional y castigar las políticas antiamericanas”. En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump confirmó los detalles de esta medida, que incluye gravámenes del 20% al 50% según el país. “No ha habido ningún cambio en esta fecha y no habrá más cambios. No se concederán prórrogas”, advirtió.
Los nuevos aranceles, país por país
Trump ha agrupado las medidas por franjas. A través de publicaciones en su red Truth Social, detalla los aranceles impuestos:
- 20%: Filipinas
- 25%: Moldavia y Brunéi
- 30%: Argelia, Iraq, Libia y Sri Lanka
- 35%: Serbia y Bangladesh
- 36%: Tailandia y Camboya
- 40%: Myanmar y Laos
- 50%: Brasil y las importaciones de cobre
En paralelo, Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán y Túnez ya enfrentan un gravamen del 25%. Indonesia recibe un 32%, y Sudáfrica y Bosnia-Herzegovina un 30%.
Asia, Oriente Medio, África y Europa del Este, los principales afectados
El presidente estadounidense ha detallado que Filipinas enfrentará un impuesto del 20% en sus exportaciones a EE.UU. Moldavia y Brunéi, un 25%, mientras que Argelia, Iraq, Libia y Sri Lanka serán penalizados con un 30%. El anuncio se suma a una lista creciente de países sancionados comercialmente por EE.UU. en las últimas semanas.
En la última ronda de medidas, Washington ha impuesto aranceles del 25% a Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán y Túnez; del 30% a Sudáfrica y Bosnia-Herzegovina; del 32% a Indonesia; del 35% a Serbia y Bangladesh; del 36% a Tailandia y Camboya; y del 40% a Myanmar y Laos.
Golpe directo a Brasil por el juicio contra Bolsonaro
Otro de los anuncios ha sido el arancel del 50% a los productos brasileños, que Trump justificó no solo por el déficit comercial, sino también por razones políticas. En una carta dirigida al presidente Lula da Silva, el mandatario estadounidense criticó duramente el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, al que calificó como “una caza de brujas”.
“He conocido y tratado con Bolsonaro, y le he respetado mucho. La forma en la que Brasil le ha tratado es una vergüenza internacional”, escribió Trump. Según él, las decisiones del Supremo brasileño han amenazado la libertad de expresión y electoral al sancionar plataformas estadounidenses.
Además, advirtió que, si Brasil responde con aranceles propios, EE.UU. incrementará el suyo: “Cualquiera que sea el número que usted elija para aumentarlos, se agregará al 50% que cobramos”.
Lula promete responder a los aranceles con "reciprocidad"
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha criticado la decisión de Donald Trump de imponer un arancel del 50% a las importaciones brasileñas y ha asegurado que el país "no aceptará ser tutelado por nadie".
"Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptarán ser tuteladas por nadie. La soberanía, el respeto y la defensa intransigente de los intereses del pueblo brasileño son los valores que guían nuestra relación con el mundo", ha publicado Lula en su cuenta de X.
Trump ha atribuido el nuevo gravamen al "trato injusto" que, según él, están recibiendo las plataformas tecnológicas estadounidenses en Brasil y al proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro. Lula ha respondido que estas razones "no justifican ninguna medida comercial" y ha subrayado que el caso de Bolsonaro "compete en exclusiva a la Justicia brasileña".
Asimismo, ha desmentido que exista un déficit comercial perjudicial para Estados Unidos. “Las propias estadísticas del Gobierno norteamericano muestran un superávit de 410.000 millones de dólares en el comercio de bienes y servicios con Brasil en los últimos 15 años”, ha señalado.
Brasil prepara contramedidas
El mandatario brasileño ha adelantado que, si Trump aplica los aranceles anunciados, Brasil responderá con las herramientas previstas en la Ley de Reciprocidad Económica, aprobada en abril por el Congreso. Esta norma permite al Ejecutivo imponer tasas compensatorias a países que perjudiquen la competitividad de productos brasileños o interfieran en sus decisiones soberanas.
En paralelo, el Ministerio de Exteriores de Brasil ha convocado al encargado de negocios de la Embajada estadounidense, Gabriel Escobar, para exigir explicaciones por un comunicado en el que Washington denuncia la “vergonzosa persecución política” contra Bolsonaro. Lula ha insistido en que "todas las empresas extranjeras están sujetas a la legislación brasileña", y ha reivindicado que la libertad de expresión en su país “no ampara discursos de odio ni contenidos que atenten contra los derechos humanos”.
El cobre, un recurso estratégico
Trump también anunció un arancel del 50% a las importaciones de cobre. El presidente justificó la medida por motivos de seguridad nacional y mencionó que el cobre es el segundo material más usado por el Departamento de Defensa.
“Esta decisión revertirá las políticas de Joe Biden que diezmaron esta industria”, afirmó. Según su mensaje, la industria nacional del cobre debe ser prioritaria frente a la competencia extranjera, y las nuevas tasas “asegurarán el abastecimiento interno para fines estratégicos”.
Aviso a los BRICS y la UE: EE.UU. no retrocederá
Trump dejó claro que no habrá excepciones ni prórrogas y confirmó que el 1 de agosto es la fecha límite y amenazó con un recargo extra del 10% a los países miembros de los BRICS —China, Rusia, Brasil, India y Sudáfrica— por lo que calificó como “políticas antiamericanas”.
Además, aunque no ha anunciado aún la penalización que aplicará a las exportaciones de la Unión Europea, ha insinuado que se anunciará pronto: “Tal y como se menciona en las misivas enviadas ayer, y en las que se enviarán próximamente, los aranceles comenzarán a pagarse el 1 de agosto”.
Inversión local y puertas cerradas a represalias
Trump ha instado a las empresas extranjeras a trasladarse a Estados Unidos como alternativa a los aranceles. A cambio, su gobierno promete reducir trabas burocráticas y agilizar trámites. “Los productos fabricados en EE.UU. no estarán sujetos a aranceles. Es el momento de invertir aquí”, subrayó. En paralelo, dejó claro que cualquier país que responda con medidas similares será penalizado con aumentos adicionales: “Sumaremos sus aranceles a los nuestros”.
Aunque muchos países afectados aún no han reaccionado, Trump ha mantenido reuniones diplomáticas con mandatarios de países africanos no incluidos en esta ronda de sanciones, como Liberia, Senegal o Gabón. En un almuerzo de trabajo celebrado en Washington, declaró que “África posee un gran potencial económico” y ha animado a comprar equipamiento militar estadounidense.
Puntos clave
- Trump ha anunciado nuevos aranceles individualizados a más de 20 países.
- EE.UU. impondrá tasas del 20% al 50% según el país afectado.
- Las nuevas tarifas entrarán en vigor el 1 de agosto de 2025 sin prórroga.
- Trump ha dividido los aranceles en franjas del 20% al 50%.
- Brasil recibirá el arancel más alto, del 50%.
- Trump ha defendido los aranceles como medida para proteger la economía nacional.